Así lo señaló durante su intervención en el debate de las enmiendas a la totalidad presentadas al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para responder al diputado de Bildu Oskar Matute, a quien agradeció “su intervención” favorable a la tramitación de las cuentas públicas.

La ministra declaró que “no hace falta que todos los que suben a la tribuna” indiquen “que mostrar disposición a estos Presupuestos no es un cheque en blanco”, y que el “peligro” de que en el Gobierno “nos confiemos, no lo tenemos”.

Montero expresó que “somos perfectamente conscientes de aquellos que nos separa” en lo relativo a “nuestra concepción del Estado y la vertebración que debe tener España”, pero que “lo importante es que podamos coincidir en una parte de las políticas” con las que, aseguró, “las cuentas van a repercutir en la mejora de los jóvenes, la cultura o la vivienda”, entre otras cuestiones.

En esta línea, resaltó que el proyecto de PGE “tiene de forma transversal una vocación progresista, una inspiración de izquierdas que permite aproximar alguna expectativa” sobre aspectos como la recuperación de derechos, de libertades, el refuerzo de los servicios públicos, la inserción laboral de las personas vulnerables o la política de vivienda, que, agregó, dan al proyecto “vocación para una mayoría social y atender las necesidades de los ciudadanos”.

Por otro lado, en respuesta a las críticas de Matute sobre la no derogación de la reforma laboral del PP o que las cuentas públicas no inciden lo suficiente en la lucha contra la desigualdad, Montero apuntó que la negociación presupuestaria “no agota ni la capacidad legislativa del Gobierno ni la legislatura”, por lo que solo son una herramienta más “que tiene que acompañarse de otras normativas”, como será la futura reforma laboral.

En cuanto a la desigualdad, la ministra aseguró que “si ha habido un elemento que se ha cuidado con especial interés en estas cuentas publicas es la lucha contra la desigualdad”, que, agregó “se combate de forma clara”.

Así, Montero cerró su intervención mostrando la “disposición” del Gobierno a “escuchar sus propuestas” para “aportar soluciones y partidas que nos permitan enriquecer estas cuentas públicas” desde “el espíritu de diálogo”, por lo que indicó su esperanza de que, “a pesar de nuestras diferencias, podamos construir los cimientos que permitan que la sociedad española y vasca” dispongan de “un instrumento para que su vida pueda mejorar”. “Espero poder contar al final de esta tramitación con la aprobación de su grupo parlamentario”, concluyó.