Según este informe, estha reducción del gasto se ha repercutido directamente en el gasto en actividades complementarias (restauración, transporte, excursiones, etc.) ya que el gasto dedicado al alojamiento sólo ha bajado 7céntimos, pasando de 82,1 euros a 81,4.

De esta manera, el gasto dedicado al alojamiento supone poco más de la mitad del total (51,7% frente al 49,5% en 2008).

Por otro lado, la radiografía recoge que el 63% de los españoles admite haber modificado sus vacaciones por la crisis, 12 puntos porcentuales más que en 2008 (51%).

De este grupo, el 50% ha buscado un alojamiento más económico o reducido el gasto en actividades y un 30% ha viajado menos días. Además, un 19% de los viajeros rurales, afirma haber reducido su número de escapadas, de los cuales la gran mayoría (64%) lo achaca a cuestiones económicas personales.

Frente a estos datos, destaca que el 55% de los viajeros rurales ha mantenido su frecuencia de escapadas y un 26% ha viajado más que en años anteriores.

De hecho, en 2009 crece tanto la frecuencia media de viajes (3,7 veces, frente a 3,0 en 2008 y 3,1 en 2007) como la duración media de la estancia (4,2 días, frente a 3,7 días en 2008 y 3,2 días en 2007).