A su juicio, Soria “no ha querido desvelar sus planes”, ya que “esta ambigüedad calculada esconde en realidad una decisión que ya está tomada: la de prolongar la vida de la central de Garoña y seguir apostando por dicha energía”.

Por ello, Equo reclamó al nuevo gobierno que mantenga los planes de cierre de la central, y recordó que Garoña lleva 42 años en funcionamiento, cuando inicialmente se diseñó para 40.

El portavoz de Equo, Juan López de Uralde, subrayó a su vez que “la posible decisión de no desmantelar esta central sólo beneficia a Iberdrola y a Endesa, no a la ciudadanía”.

El reactor de la central de Burgos es “idéntico al de Fukushima”, prosiguió, y “nos estamos jugando mucho, porque a medida que aumenta la antigüedad de una central también lo hace su peligrosidad”, destacó.