Según informaron las citadas ONG, la Consejería de Agricultura del Gobierno castellanomanchego ha decidido recientemente no renovar el contrato del personal especializado de los cinco centros de recuperación de fauna de la comunidad, lo que afectará a los servicios veterinarios y de educación ambiental.

En los centros de recuperación de fauna de Castilla-La Mancha se reciben cada año cerca de 3.000 ingresos de animales, de los que un tercio se reintegran posteriormente a su medio natural, tras una atención especializada.

Además, explicaron las organizaciones, estos espacios reciben más de 10.000 visitas al año de escolares y ciudadanos dentro de los "importantes programas de educación ambiental" que se imparten en las instalaciones.

Tras la decisión de la Consejería, las funciones de ingreso y educación ambiental, además de los correspondientes programas de investigación, quedarán paralizados, reiteraron las ONG.

Así, aseguraron, si en este momento apareciera herido cualquier ejemplar de una especie amenazada, como un águila imperial o un lince ibérico, no podría recibir el tratamiento adecuado.

Las entidades señalaron también que el personal especializado de los hospitales de fauna salvaje (veterinarios, biólogos y monitores) no puede sustituirse, "como se rumorea", por personal de las Oficinas Comarcales Agrarias, ya que esos equipos profesionales están formados en ganadería, no en tratamiento de fauna silvestre.

Por todo esto, WWF, SEO/BirdLife y Ecologistas en Acción han pedido una reunión "urgente" con la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha en la que solicitarán que se garanticen los medios suficientes en los centros de recuperación de fauna.