En su exposición de la propuesta, Varela indicó que la "arquitectura concreta" de la iniciativa habrá que definirla, pero que no tendría que generar costes a mayores porque esta labor podrían llevarla a cabo funcionarios del Consello de Contas, por ejemplo. El fiscal apuntó experiencias de control preventivo de la corrupción que se llevan a cabo en otros países, como Reino Unido y Portugal.

Para el fiscal superior de Galicia, la problemática relacionada con la corrupción tiene un "importante reflejo en la percepción social" y "abarca todos los ámbitos" ya que -según expuso-"no hay ningún espacio libre de corrupción". Por ello resultaría positivo identificar "los riesgos inherentes" al ejercicio de la gestión pública y "establecer mecanismos de control interno para evitar efectos perversos y desviados de la motivación inicial".

Los grupos con representación parlamentaria -PP, PSOE y BNG- mostraron su disposición a aceptar la propuesta. La diputada del BNG Tareixa Paz trasladó el "aplauso" de su grupo a la iniciativa, que calificó de "paso adelante" que aportaría "confianza en las instituciones, transparencia e democracia". Por su parte, la socialista Beatriz Sestayo indicó que no sólo acogían "con suma satisfacción" la propuesta sino que su grupo sería "proactivo" al respecto, al entender que se trata de una "medida de higiene democrática absolutamente imprescindible en estos tiempos".

Por último, la diputada del PPdeG Paula Prado echó en falta una referencia a esta propuesta en la memoria de la Fiscalía Superior de Galicia de 2010 -para cuya presentación acudió Carlos Varela a la Cámara-, habida cuenta de que están en marcha macroprocesos por corrupción como la operación Carioca, indicó. Con todo, la parlamentaria popular se mostró "de acuerdo con el fiscal" en la necesidad de "erradicar" conductas "realmente desagradables" como casos de cobros de comisiones tras "reuniones con empresarios fuera de los despachos" -en alusión velada al vicesecretario general del PSOE, José Blanco-.