Según dio a conocer la entidad financiera en un comunicado, ha fijado como objetivos reducir entre 2020 y 2030 la intensidad de carbono de su cartera crediticia en un 52% en generación eléctrica; un 46% en la fabricación de automóviles; un 23% en la producción del acero; y un 17% en la producción de cemento.

“La fijación de estos objetivos para 2030 supone un paso más en nuestro compromiso de ser neutros en emisiones de carbono en 2050”, afirmó el presidente de la entidad financiera, Carlos Torres, que añadió que “es también una oportunidad para seguir apoyando a nuestros clientes en su transición sostenible".

BBVA hace este anuncio en el marco de la COP26 que se celebra estos días en Glasgow y que, según los principales líderes mundiales congregados, es “la última oportunidad” para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5ºC, respecto a la era preindustrial.

La entidad explicó que, para lograr estos objetivos, seguirá unas métricas de intensidad de emisiones por unidad de producción, con un punto de partida en 2020 y un objetivo para 2030 para los cuatro nuevos sectores. Dichas métricas de intensidad, indicó “siguen la metodología SDA (Sectoral Decarbonization Approach) y están alineadas con Pacta (Paris Agreement Capital Transition Assessment)”.

BBVA también resaltó que “el papel de la banca es fundamental como financiador de todos los sectores productivos”, ya que “la influencia que, mediante dicha financiación, se puede ejercer en el comportamiento de sus clientes y en su desempeño medioambiental, se ha puesto de manifiesto por el mercado y los reguladores”.