En declaraciones a Servimedia, Benedí calificó la investigación sobre el chivatazo de "desastre", al tiempo que destacó que es un hecho que cuando se produjo el soplo al dueño del bar "Faisán" de Irún (Guipúzcoa) el Ejecutivo estaba negociando con la banda etarra.

Al mismo tiempo, este empresario se quejó de que da la impresión de que el juez Baltasar Garzón "no parece que esté por la labor de indagar y de profundizar en el caso".

Benedí afirmó que este chivatazo "es un asunto gravísimo", puesto que no puede aceptarse que "se avise a los etarras y a los compinches de los etarras".

A su juicio, el haber avisado al dueño del bar "Faisán" es algo que "perjudica los intereses de todas las personas extorsionadas", a lo que se suma que "ese dinero sirve para comprar armas y financiar los proyectos de ETA".