Así lo afirmó hoy el presidente de la sociedad, Ignacio Sánchez Galán, durante una presentación para analistas, celebrada con motivo de la presentación de los resultados de los primeros nueve meses del año, un periodo en el que el beneficio neto del grupo se redujo un 27,4%, hasta los 167,6 millones de euros.

Sánchez Galán calculó que la potencia instalada de la empresa, que llegó a los 10.477 megavatios (MW) al término del tercer trimestre del año, llegará a los 10.750 MW al cierre del ejercicio, de forma que aumentará un 15% con respecto al año anterior. Además, la compañía prevé elevar esta potencia un 16% en 2010, hasta los 12.500 MW.

La filial de renovables de Iberdrola aspira a lograr en 2010 una mejora continuada de su eficiencia, tras reducir los costes operativos por megavatio instalado un 12%, entre enero y septiembre.

En cuanto al negocio en Estados Unidos, mercado en el que se centrará gran parte del crecimiento de la compañía en los próximos años, el presidente de la compañía cifró en 430 millones de dólares la previsión del cobro de "grants" (fondos de estímulo a las energías renovables que ofrece en efectivo el Departamento del Tesoro a las compañías inversoras en el país, en el marco de la Ley de Estímulo de la Economía); para 2009, Iberdrola Renovables confía en cobrar 576 millones de dólares en este concepto.