La participación permanente española en la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) se cifra en 1.000 militares, lo que convierte a España en el séptimo país en contribución de tropas. Aún así, la cifra está lejos de los más de 31.000 efectivos que tiene Estados Unidos desplegados en este enclave, según el mando de la misión.

“Todos están mandando lo que pueden, pero si pueden, que hagan más”, declaró a Servimedia el diplomático Joseph A. Mussomeli, en una conversación en la representación diplomática estadounidense en la capital afgana.

Este embajador, uno de los cuatro que asisten al principal, al embajador Kart Eikenberry, señaló que a España, al igual que al resto de países, se le agradece la contribución para esta operación. Sin embargo, remarcó que hay que “luchar juntos” para conseguir el objetivo, que no es otro que Afganistán se haga con el mando de su propio destino.

“Muchos piensan que no hay esperanza”, añadió, pero “si trabajamos juntos”, se conseguirá, apostilló Mussomeli.

El diplomático estadounidense aprovechó el diálogo para expresar sus condolencias y recuerdos por la muerte hace unos días del cabo Cristo Ancor Cabello en un atentado en la provincia de Herat. Tras este gesto, señaló que entendía que la población española se muestre reacia a enviar más efectivos pero, subrayó, “desde hace 7 u 8 años estamos en guerra”.