Según la organización, con la llegada de las navidades aumenta la presencia de los circos en las ciudades españolas, muchos de los cuales siguen utilizando en sus actuaciones animales salvajes (tigres, elefantes, rinocerontes, leones, grandes simios, osos), que, denuncia, sufren precariedad y malos tratos continuos.

"Los circos son espectáculos culturales para el entretenimiento y el ocio que deberían ser compatibles con el respeto y salvaguarda de los derechos de los animales. Sin embargo, la situación de estos animales, especialmente en la 'trastienda' (donde no está presente el público), suele ser bastante lamentable", afirma Ecologistas en Acción.

Añade que su comportamiento en cautividad está lleno de características anormales, como idas y venidas, automutilaciones, golpes en la cabeza, balanceos o mordiscos en los barrotes de las jaulas.

"Estos animales pasan la mayor parte de su vida atados o encerrados en jaulas, en las que apenas tienen movimientos y en las que han de comer y hacer sus necesidades, además de viajar en camiones o barcos, con condiciones climatológicas en muchos casos adversas a sus características fisiológicas", insiste Ecologistas en Acción.

La organización denuncia el maltrato que suelen sufrir estos animales en el entrenamiento: extirpación de garras en los felinos para evitar accidentes y de dientes incisivos en los chimpancés, así como utilización de varas con descargas eléctricas, palos con pinchos y látigos, entre otros instrumentos, para conseguir que por miedo a ser golpeados adopten posiciones totalmente antinaturales.

Por estas razones, Ecologistas en Acción se manifiesta contraria a la utilización de animales en los circos y pide a las familias que no acudan a estos espectáculos, por su extrema crueldad, maltrato y explotación animal.