Según Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Oxfam y otras 17 organizaciones, el gobierno israelí ha reforzado su política de demoliciones y de asentamientos ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este, al tiempo que los colonos han redoblado la violencia contra la población palestina.

En 2011, un total de 1.500 palestinos se convirtieron en desplazados forzosos por la destrucción de sus hogares o medios de subsistencia a manos del ejército israelí en los Territorios Ocupados, afirmaron.

También señalaron que las agresiones protagonizadas por colonos han aumentado un 50% respecto a 2010 y un 160% en comparación con 2009, según datos de Naciones Unidas.

El 90% de estos ataques no llegan nunca a ser investigados por la policía israelí, prosiguieron las ONG, que criticaron “la impunidad” que permiten las autoridades.

Por ello, pidieron a los miembros del Cuarteto hacer cumplir la legislación internacional, reclamar el fin de la política de demoliciones y de asentamientos a Israel y denominar estos actos “como lo que son: violaciones del derecho internacional”.