COP26
La cumbre de Glasgow busca desde mañana redoblar la lucha climática en plena pandemia
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La 26ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (conocida como COP26) comienza este lunes en la localidad británica de Glasgow después de ser aplazada un año por la pandemia de la Covid-19 y con el principal objetivo de redoblar la lucha climática para honrar el Acuerdo de París, el primer pacto mundial contra el cambio climático.
Esta cumbre climática se celebrará con el desafío logístico de la pandemia, que obligará a sus asistentes a someterse a mayores medidas de control de lo habitual. Uno de los principales objetivos es que los países aceleren la reducción de gases de efecto invernadero en 2030 para situar al planeta en la senda de la neutralidad climática a mediados de este siglo y que el planeta no se caliente 1,5 grados más respeto a la era preindustrial, un objetivo recogido en el Acuerdo de París para evitar los peores efectos de la crisis climática.
Además, en la zona azul o de 'moqueta' del Scottish Event Campus planeará la petición de los países vulnerables -principalmente pequeños Estados insulares- de que se garantice un mecanismo de pérdidas y daños que financie la adaptación de esas naciones. Y se retomará la última regla pendiente para cerrar el Acurdo de París, relativa a los mercados de carbono (esto es, el intercambio de créditos de emisiones entre países y empresas) y que fue el principal escollo en las negocaciones de la Cumbre del Clima celebrada en Madrid en 2019.
LÍDERES MUNDIALES
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, será el encargado de estrenar este lunes la primera parte del segmento de alto nivel de la Cumbre del Clima de Glasgow. Esa sesión inaugural abrirá la cumbre climática con los discursos de más de 130 jefes de Estado y de Gobierno, y Sánchez será el primero en intervenir en el plenario al ser el líder del país anfitrión de la COP25, que tuvo lugar en Madrid hace dos años.
En el listado de oradores, al que tuvo acceso Servimedia, también figuran los líderes de Estados Unidos (Joe Biden), la UE (Ursula von der Leyen), el Consejo Europeo (Charles Michel), Alemania (Angela Merkel), Francia (Emmanuel Macron) e Italia (Mario Draghi).
Sin embargo, no acudirán los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, respectivamente, con lo que la Cumbre del Clima de Glasgow se quedará sin las intervenciones de los máximos responsables de dos de los países más contaminantes del planeta.
Las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno suelen estar jalonadas de compromisos en la lucha contra el cambio climático. Como es habitual en estas citas, la primera semana será más técnica con la presentación de estudios científicos e iniciativas temáticas, mientras los equipos diplomáticos de los países irán trabajando en las declaraciones y decisiones que se aprobarán al final de la Cumbre.
La segunda semana incluirá un tramo ministerial en el que se irán perfilando los textos del llamado ‘paquete de Glasgow’. La COP26 tiene como fecha de finalización prevista el 12 de noviembre, pero habitualmente estos encuentros no suelen terminar el día fijado con anterioridad.
Los negociadores de la Cumbre del Clima tienen sobre la mesa la necesidad de “pasar de la letra a la acción” para responder a las amenazas de la crisis climática, según Valvanera Ulargui, directora de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC).
PAÍSES VULNERABLES
No en vano, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha definido como “código rojo para la humanidad” el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y los compromisos climáticos de los países están lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de que el planeta no se caliente más de 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, ya que dejan al mundo en camino de un calentamiento de 2,7 grados a finales de este siglo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
“Tenemos que salir de la COP26 sabiendo que cumplimos con el objetivo de 1,5 grados y con las demandas de los países vulnerables”, sentenció Ulargui. Eso se traduce en menos emisiones de gases de efecto invernadero y una mayor solidaridad financiera con los países que sufren más los impactos climáticos.
Por ejemplo, más de 300 organizaciones de la sociedad civil (entre ellas Amnistía Internacional, Greenpeace, Oxfam, Red de Acción por el Clima y WWF) piden que la COP26 garantice un mecanismo de financiación sobre pérdidas y daños para los países más afectados por la crisis climática, como los pequeños Estados insulares del Pacífico.
Otro asunto pendiente que dejó la COP25 de Madrid es cerrar el libro de reglas del Acuerdo de París en cuanto a los mercados de carbono (es decir, que países y empresas intercambien créditos de emisiones de gases de efecto invernadero), de manera que se diseñen teniendo en cuenta reducciones reales de emisiones que no dependan de compensaciones y ‘créditos basura’. Ése fue el principal escollo en las negociaciones en Madrid y se trata de un tema complejo que podría continuar en el tintero.
(SERVIMEDIA)
31 Oct 2021
MGR/clc/pai