Así lo revela un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) coincidiendo con la conmemoración, este 2 de noviembre, del Día de los Fieles Difuntos con el fin de conocer el coste actual de un entierro “sin lujos ni extras, pero digno, similar a lo que suela gastarse en la ciudad”, incluyendo el alquiler de un nicho durante un mínimo de cinco años, así como de una incineración, para lo que solicitó presupuesto a 113 funerarias de 29 ciudades.

A la luz de los resultados, el precio medio de un entierro puede “variar mucho” según el municipio, dado que, si en Vigo asciende a 6.165 euros, en Alicante ronda los 5.455 euros, más del doble que en Cádiz (2.551 euros) y en Zaragoza (2.539 euros), según informó la organización.

Además, el estudio advierte de importantes diferencias de precio dentro de una misma ciudad, principalmente en capitales como Barcelona (entre 2.378 y 5.100 euros para un entierro) o Madrid (entre 4.426 y 6.384 euros), que es, en general, uno de los municipios más caros según OCU, que calcula en un 28% el ahorro medio entre una y otra opción, de ahí que vea “recomendable” pedir al menos un par de presupuestos.

Con respecto al entierro, el estudio también revela que el féretro es el concepto con un mayor peso en la factura (1.198 euros), seguido del cementerio (646) y el tanatorio (546). A continuación se sitúan capítulos como las esquelas (319), el coche fúnebre (211) o las flores (186).

Por su parte, una incineración cuesta de media en España unos 3.617 euros, esto es 122 euros menos que un entierro, según OCU, que advirtió de un incremento “moderado” de los precios en los últimos ocho años, teniendo en cuenta que el coste de la inhumación ha subido un 5,5% y el de la cremación, un 6,8%, mientras que el incremento acumulado del IPC en ese periodo ha sido del 5,8%.

SEGURO DE DECESOS

En cuanto a los seguros de decesos, la organización puntualizó que, “salvo excepciones” y teniendo en cuenta la esperanza de vida actual, el asegurado puede llegar a pagar “hasta tres veces más de lo que costaría el entierro” y sólo cuatro de las 50 pólizas que ha analizado cobrarían un importe “similar” al que pagaría un particular contratando directamente los servicios de una funeraria, que en Madrid ronda, de media, los 5.200 euros para un entierro “sencillo”.

La única “ventaja” de estos seguros frente a la contratación directa de los servicios básicos con una funeraria son, según la investigación, “ciertas garantías complementarias”, como cubrir los traslados del cuerpo desde otras provincias o incluso desde el extranjero, formalizar parte de los trámites administrativos o la asistencia en viaje.

Para OCU existen “alternativas más interesantes”, como reservar un dinero en el banco destinado a pagar los gastos del sepelio o contratar un seguro de vida, que, aparte de incluir los gastos derivados del fallecimiento, permite asegurar un capital “importante” con el que “socorrer” a la familia.