El banquero apuntó, durante la presentación de resultados del banco y a preguntas específicas sobre la materia, que esta reforma está sujeta a “un intenso debate político y social”, lógico al ser algo “muy importante”, y por ello consideró que “tiene que tener el acuerdo de los trabajadores y de los empresarios”.

“Ahí hay que dar el protagonismo a trabajadores y empresarios”, reiteró, valorando que, si bien el mercado laboral “ha funcionado” en la creación de “muchos puestos de trabajo”, por otro lado “desafortunadamente” también adolece de generar “un nivel aún más alto de temporalidad” y de “precariedad” como siempre ocurre en España.

“Eso no es bueno para las personas”, indicó tras reconocer que una parte puede ser responsabilidad del sector productivo y el peso alto de ámbitos como el turismo en la economía, pero alertó de que la temporalidad hace que se tienda “a invertir menos” tanto en la empresa como en las personas. “Por tanto, cualquier reforma que nos ayude a reducir ese problema me parece que es bienvenida”, agregó.

En cuanto a las medidas de la reforma apuntó la necesidad de “las normas laborales del futuro sean distintas de las normas laborales del pasado” en atención al cambio tan “profundo” que se ha producido en el mundo empresarial como consecuencia de la disrupción tecnológica. De forma específica estimó que hay que darle relieve a la “formación de las personas que puedan estar en empresas o en sectores desfavorecidos por el cambio tecnológico” para que adquieran nuevas capacidades y puedan pasar a otras partes del tejido productivo.

“Eso supone, lógicamente, que tenemos que tener personas más versátiles, más flexibles, que puedan pasar de un sector o de unas situaciones a otras, con programas importantes de formación, de capacitación”, agregó, explicando que la FP Dual “tiene que tener un peso muy importante”. Agregó que son temas a abordar “para tener un mercado laboral que no genere personas descolocadas y que vaya inmediatamente al desempleo”.

Al respecto apuntó que en España el paro pasó del 8% al 26% entre el 2007 y 2013 con la crisis cuando en Europa apenas subió del 7% al 13%, con el mensaje de que hay que “asegurarnos que tenemos un mercado laboral que no responde a un shock a base de reducción de empleo masivo”.

En cuanto a la recuperación económica y pese a las dudas suscitadas sobre la fuerza de crecimiento del PIB tras el ajuste del INE para el segundo trimestre, el dato del tercero y los riesgos que encara la actividad, se mostró convencido de que la recuperación es “muy fuerte” y apuntó como ejemplo la creación de empleo o el gasto con tarjetas.

Sin embargo, reseñó que “estamos en las fases iniciales” y hay que asegurarse de “hacer todo lo posible para consolidar esta recuperación”. Entre los riesgos al crecimiento citó la evolución de la inflación, aunque cree que el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá los tipos estables para favorecer la recuperación, y las dificultades de las cadenas de suministro global.

“Eso puede generar que, aunque haya demanda, la oferta no sea capaz de satisfacer a la demanda en el corto plazo. Y eso, por tanto, también puede reducir un poco el ritmo de recuperación económica en los próximos trimestres”, explicó.

Frente a este escenario estimó que será “muy importante que la política económica, fiscal y monetaria siga ayudando y nos aseguremos que salimos, de verdad, de esta situación”. A su juicio lo importante es que las políticas continúen apoyando la reactivación, pero secundó la demanda realizada por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, sobre la necesidad de planificar el ajuste futuro del déficit y deuda.

Gortázar abogó al respecto por “tener un debate serio, profundo y de consenso a medio largo plazo sobre qué medidas son necesarias para asegurar que tornamos a una situación de la estabilidad en las cuentas públicas” porque la situación actual “ahora es muy excepcional. “Es la correcta, es lo que hay que hacer, pero tampoco es sostenible en el largo plazo”, concluyó.