Así lo indicó Borràs en una declaración institucional para conmemorar los cuatro años de ese suceso, donde apuntó que el objetivo continúa “plenamente vigente” porque el actual Parlamento de Cataluña continúa representando una “mayoría absoluta” a favor de la independencia.

Este objetivo, continuó, no es “ninguna utopía”, es el “reflejo” de la voluntad expresada por la ciudadanía a través de las urnas. Por ello, afirmó que la responsabilidad de los miembros del Parlamento catalán, como representantes de la “mayoría histórica del 52%”, es no “desatender” la voluntad política con el objetivo de que Cataluña sea “un Estado independiente”.

Asimismo, recordó que esta DUI destacaba que pese a la “violencia y la represión” del Estado para intentar impedir la celebración de un proceso “democrático”, refiriéndose al referéndum del 1 de octubre de 2017, los ciudadanos de Cataluña votaron “mayoritariamente” a favor de la constitución de la “república catalana”.

A su juicio, la constitución de la “república catalana” era una oportunidad para “corregir los déficits democráticos, sociales”, como una oportunidad para “vestir” una sociedad “más próspera, más justa, más segura, más sostenible y más solidaria”.

Sin embargo, criticó que la respuesta del Estado fue “facultar” el Senado para acordar las medidas de las que dispone el artículo 155 de la Constitución, que supusieron la “eliminación” del autogobierno de Cataluña.

Borràs afeó que la “represión” contra el ejercicio del derecho a la autodeterminación comportó la destitución de los miembros del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, que se vieron “evocados a ir al exilio o a ser encarcelados y, posteriormente, condenados a altas penas de privación de libertad dictadas por el Tribunal Supremo”.