Según la III Encuesta del Voluntariado en el Movimiento Asociativo Feaps 2011, el papel de los voluntarios en estas organizaciones se concibe cada vez más como un apoyo fundamental para contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y de sus familias.

El mismo estudio indica que también va calando la idea de que el voluntariado favorece la inclusión de los ciudadanos con discapacidad en la comunidad.

Esta percepción del voluntariado en el movimiento de la discapacidad, indica Feaps, plantea "un cambio importantísimo de perspectiva" con respecto a ediciones anteriores de la encuesta, cuando predominaba una visión "utilitarista" de los voluntarios.

Por otra parte, los datos de la encuesta muestran también un perfil más diverso de las 6.543 personas identificadas como voluntarias de Feaps en toda España, que siguen siendo mayoritariamente mujeres.

El número de voluntarios en esta entidad ha aumentado en el tramo de edad de entre 30 y 45 años y se ha mantenido en el que va desde los 18 a los 30.

En palabras de Juan Cid, presidente de Feaps, "el voluntariado tiene razón de ser, aportando un gran valor en todo momento, como ejemplo de lo que debe ser una sociedad justa y solidaria".