“Quién lidera es el Ministerio de Trabajo”, pero es también “razonable que en esa mesa participen miembros de otros departamentos”, afirmó la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez. Se trata de ”mejorar el método para tener máxima coordinación", reiteró la portavoz ante las preguntas de los periodistas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Abogó por el “máximo diálogo y el mayor de los consensos” para esta medida, que es una “reforma tan trascendental, no una contrarreforma”, que el Gobierno trabajará para que sea una realidad antes de final de año, cumpliendo así con su “compromiso”.

“La propia vicepresidenta primera es la que ha dicho que forma parte de cada departamento hacerse cargo de sus mesas sectoriales”, remarcó Rodríguez, después de las acusaciones de “injerencias” lanzadas desde la Vicepresidencia Segunda a la titular de Economía en esta cuestión.

La portavoz, que primero intentó hacer “pedagogía” sobre lo que supone una coalición, subrayó que no cree "que ningún miembro del Gobierno quiera que esta reforma tenga un nombre propio” porque “es una reforma de todo el Gobierno que en un primer momento asume el presidente” desde su “debate de investidura” y que “se traduce después en el acuerdo de coalición", concluyó.

“Preferimos un acuerdo de todos”, reconoció Rodríguez, cuando se le preguntó si la reforma saldría adelante si faltase alguno de los agentes sociales.

Fuentes de La Moncloa sostienen que las diferencias entre los socios “no es un tema de contenidos ni plazos, sino de quién coordina”, por lo que se están “hilvanando mecanismos de coordinación dentro y fuera de la mesa”, buscando, admiten, “mecanismos de mejora de la coordinación, fruto de la profundidad de la reforma”, para el “antes, durante y después de la mesa del diálogo social”.

Se trata de un “debate de la metodología” porque incluso en el detalle de la reforma hay “más coincidencias entre empresas y sindicatos" de lo que parece, destacan desde el Ejecutivo.

La intención de La Moncloa es llegar hoy mismo a un acuerdo sobre esa coordinación ante la cita en el diálogo social que hay mañana, miércoles, como suele ser habitual cada semana desde hace meses, entre representantes de Trabajo, de la patronal y de los sindicatos para negociar la propuesta legislativa que el Gobierno quiere cerrar con el “máximo consenso" antes de final de año.

Economía, como departamento encargado de coordinar la política económica del Gobierno, preside la mesa del diálogo social donde confluyen todas las mesas sectoriales. Las diferencias entre Calviño y Díaz saltaron porque ésta última había presentado en su mesa sectorial sobre la reforma del mercado de trabajo propuestas sin haberlas negociado previamente en el Gobierno.

Ahora desde La Moncloa buscan cómo establecer esos mecanismos de coordinación en esta recta final de la negociación sobre le nueva normativa para regular el mercado laboral.

La portavoz destacó que prefieren “un acuerdo de todos, que dé satisfacción a la mesa del diálogo social, sindicatos y patronal. Nos gustaría alcanzar el objetivo de máximo diálogo para el mayor de los consensos con todos”, remachó la ministra Rodríguez, antes de concluir que las dos formaciones que componen el Gobierno están “de acuerdo” en cambiar la reforma laboral que impuso el Partido Popular en 2012.