"Quién lidera es el Ministerio de Trabajo”, pero es también “razonable que en esa mesa participen miembros de otros departamentos”, afirmó la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez.

Abogó por el “máximo diálogo, y el mayor de los consensos” para esta medida que es una “reforma tan trascendental, no una contrarreforma”, que el Gobierno trabajará para que sea una realidad antes de final de año, cumpliendo así con su “compromiso”.

“La propia vicepresidenta primera es la que ha dicho que forma parte de cada departamento hacerse cargo de sus mesas sectoriales”, remarcó Rodríguez, después de las acusaciones de “injerencias” lanzadas desde la Vicepresidencia Segunda a la titular de Economía en esta cuestión.

La portavoz subrayó que no cree "que ningún miembro del Gobierno quiera que esta reforma tenga un nombre propio” porque “es una reforma de todo el Gobierno que en un primer momento asume el presidente” desde su “debate de investidura” y que “se traduce después en el acuerdo de coalición", concluyó.

“Preferimos un acuerdo de todos”, reconoció Rodríguez, cuando se le preguntó si la reforma saldría adelante si faltase alguno de los agentes sociales.