Calviño inauguró en la sede de su Ministerio el seminario 'Seguimiento de la recuperación: más allá del PIB'.
El pasado septiembre, el INE revisó a la baja de forma muy significativa el crecimiento del PIB, y la vicepresidenta puso en duda la idoneidad de la medición que se hace con las métricas actuales, por lo que abogó por que el principal instituto estadístico español se dote de nuevas herramientas para tomar el pulso a la salud de la economía.

Este lunes, Calviño se reafirmó en ello y dijo que el PIB se ha consolidado como la gran medida por antonomasia de progreso de un país, “pero los cambios estructurales como los derivados de la digitalización o la transición ecológica ponen cada vez más en duda la capacidad de las métricas tradicionales para captar rectamente la marcha de la economía y para evaluar adecuadamente el impacto transformador de las agendas verde y digital en las próximas décadas”.

“Las estadísticas han de ser repensadas”, afirmó. “Es necesario incorporar consideraciones sociales como la desigualdad como elementos clave de los resultados económicos. También se está revisando el papel del sector público y el efecto multiplicador de la inversión en servicios públicos esenciales como sanidad y educación, especialmente a la vista del impacto de la pandemia en niveles de crecimiento potencial de una economía”, añadió la ‘número dos’ del Ejecutivo.

A su juicio, “es necesario actualizar las herramientas analíticas para calibrar adecuadamente el potencial y la resiliencia de una economía y para tomar mejores decisiones de política económica”, y por ello ve positivos los trabajos que dijo que se están realizando en distintos organismos y foros internacionales “para desarrollar indicadores y métricas preparadas para el futuro, que capten la esencia del crecimiento sostenible e inclusivo".