Así lo revela un estudio publicado este lunes por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que analizan los datos de las incautaciones aduaneras de productos en las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE) y analiza cómo los productos falsificados terminan en manos de los consumidores.

Los artículos de perfumería y cosmética (75,3 %), los productos farmacéuticos (71,9%) y las gafas de sol (71,3%) son los productos con el mayor porcentaje de retenciones relacionadas con la compra en línea.

En cuanto al origen de los productos comercializados en línea, China ocupa el primer lugar, con más del 75% de las incautaciones de productos falsificados. Por detrás, se sitúan Hong Kong, con un 5,7%, Turquía, con un 5,6% y Singapur, con un 3,3%.

China también es un país de procedencia dominante en lo que atañe al valor de los productos falsificados adquiridos en lúnea, con una cuota del 68%.

Asimismo, el informe muestra que el valor de las retenciones relacionadas con productos falsificados vendidos es “mucho” menor que el de los productos que se envían en contenedores por diversos modos de transporte (carretera, ferrocarril, aire y mar).

De hecho, las incautaciones de ventas en línea representan solo el 14 % del valor total de las retenciones, frente al 86% de las retenciones relacionadas con productos enviados por contenedor.

“El comercio electrónico ha crecido rápidamente en los últimos años, una tendencia que se aceleró durante la pandemia de Covid-19”, afirma el estudio, que apunta que la mayor parte del comercio digital a nivel global se realiza de empresa a empresa, con un 82% del valor total. El 18% restante (2019) corresponde al comercio de empresa a consumidor.