Además, los padres de 110.000 niños de entre 11 y 13 años recibirán una carta y un folleto informativo remitido por la Agencia Antidroga en el mes de mayo.

Esta iniciativa se enmarca en la campaña "Habla con ellos", desarrollada por la Consejería de Sanidad y Consumo desde el pasado mes de diciembre para influir en la percepción del riesgo que tienen los padres sobre el consumo de alcohol en sus hijos y propiciar así una reducción del consumo en adolescentes.

Así lo ha anunciado el gerente de la Agencia Antidroga, Manuel Molina, quien junto con la viceconsejera de Familia y Asuntos Sociales, Regina Plañiol, y el alcalde de Móstoles, Esteban Parro, inauguró esta mañana la II Jornada de Familia y Prevención de las Drogodependencias de la Comunidad de Madrid, que se celebra bajo el título "La Familia ante el consumo de drogas: posibilidades y dificultades".

La jornada tiene como objetivo ofrecer un foro de intercambio de información y de orientación sobre el papel que tienen y deben tener los padres en la prevención de las drogodependencias.

Al mismo tiempo trata de potenciar el protagonismo de la familia en el desarrollo de factores de protección frente al consumo de drogas, identificando sus posibilidades y dificultades. No en vano, la familia es reconocida por los expertos en prevención como el ámbito fundamental para la prevención del consumo de drogas.

La Agencia Antidroga desarrolla cada año actividades específicas de prevención en el ámbito familiar. Así, el pasado año 2004 se realizaron 253 cursos de formación en 37 municipios, a los que asistieron 5.269 padres.

Asimismo, se distribuyeron vídeos de sensibilización que, a través de 15 centros municipales, tuvieron como destinatarios a 2.526 familias.

El Teléfono de Información y Derivación de la Agencia Antidroga, el 901 350 350, recibe en torno a 2.600 llamadas de consultas al año. De ellas, el 52% corresponden a familiares de personas que podrían tener algún problema de consumo de drogas.

En este caso la familia actúa como primer filtro de alarma y búsqueda de ayuda ante los primeros indicios de dependencia de las drogas. Por detrás, en frecuencia, se sitúan los propios consumidores (30% de las llamadas) y los profesionales.