Concretamente, el estudio destaca que la Unión Europea importó entre 26,5 y 31 millones de metros cúbicos de madera y productos relacionados de origen ilegal en 2006, cantidad equivalente a la totalidad de madera cortada en Polonia durante el mismo año, según los ecologistas.

Los principales países de origen de esta madera son Rusia, Indonesia y China y, los principales importadores, Finlandia, Reino Unido, Alemania e Italia.

El informe traza también las diez "rutas" principales del comercio ilegal de madera. Así, el mayor comercializador es Rusia, con 10,4 millones de metros cúbicos de madera ilegal o "sospechosa" de serlo transferidos a la UE en 2006.

Casi la mitad de esta madera llega a los mercados europeos a través de Finlandia, donde se transforma en pulpa y papel y se exporta después a otros países europeos.

En segundo lugar se encuentra Indonesia, mientras que China se ha convertido recientemente en otro de los "actores principales", habiendo triplicado sus exportaciones de madera y papel a la UE entre 2003 y 2006.

WWF/Adena señala que "se sospecha" que el 32% de estas exportaciones chinas proceden de fuentes ilegales. A su vez, el "gigante asiático" importa la mayor proporción de su madera de las llamadas regiones de "alto riesgo", como el este ruso, sudeste asiático y África, con una elevada probabilidad de origen ilegal.

"La tala ilegal destruye la función protectora de los bosques y aumenta el riesgo de desastres naturales, como las inundaciones y los corrimientos de tierra. También conduce a la deforestación, considerada ya una de las causas fundamentales del cambio climático", alerta Anke Schulmeister, responsable internacional de Política Forestal de WWF/Adena.

Por esta razón, WWF/Adena reclama una legislación europea "fuerte" que impida la entrada de madera de estas características a los mercados comunitarios.