Esta tendencia se ha ido acentuando en los últimos seis años. En 1989 el 71 por ciento de los entrevistados pensaban que la aplicación de la ley era desigual, proporción que ascendió hasta el 87 por ciento en este año.

También han aumentado los porcentajes de entrevistados que opinan que los castigos en España no se aecúan a los delitos cometidos.

En 1989 el 64 por ciento considera que no se castiga suficientemente a los delincuentes. Mientras que en 1992 y 1995 estos porcentajes aumentaron al 70 y al 75 por ciento, respectivamente.

Sobre el funcionamiento de la Justicia, los ciudadanos tenían una valoración más bien negativa en 1989. Entonces los que pensaban que la Justicia funcionaba mal superaban en un 25 por ciento a las personas que se mostraban satisfechas.

La tendencia negativa se acentuó en 1992y posteriormente mejoró la voración sobre el juncionamiento de los tribunales en el presente año.

ACTUACION DE LOS JUECES

El grado de confianza de los ciudadanos españoles en los jueces sufrió una transformación a partir de 1992. En el año 90 los jueces poducían bastante confianza al 39 por ciento de los entrevistados, mientras que el 31 por ciento desconfiaban de ellos.

Dos años más tarde los que desconfían de los jueces, el 41 por ciento, duplican a los que confían en ellos, el 21 por ciento.La tendencia se atenúa en 1995 donde sólo el 9 por ciento de los ciudadanos consultados mantenía reticencia sobre la actuación de los jueces.

Según el estudio del CIS, la visión poco positiva de los españoles sobre la administración de Justicia, los Tribunales y los jueces se relaciona con la percepción subjetiva de la falta de justicia en la aplicación de la leyes penales y en la imposición de penas.

En la actualidad, hay en España 3.450 jueces, lo que supone una media de 11.765 habitantes por cda uno de ellos. Entre 1970 y 1995 se ha incrementado en un 70 por ciento el número de magistrados y un 206 por ciento el total del personal de los juzgados, según datos facilitados por la secretaría de Estado de Justicia.