20-J. ZAPATERO ASEGURA QUE LA HUELGA NO SERA EL FIN DE LA PROTESTA CONTRA UN GOBIERNO "QUE NO UEDE ESTAR MAS A LA DERECHA"

- Se muestra convencido de que Aznar está pensando más en su futuro que en la construcción de una España cohesionada

- Reta al presidente a perseguir a los defraudadores "de los miles de millones de Gescartera", en lugar de a los agricultores

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que la protesta social contra la política de un Gobierno "que no puede estar más a la derecha" no terminará con el 20-J, sino ue continuará después. En su opinión, el presidente "se ha ganado a pulso su soledad" al pensar más en su futuro que en el de España.

La huelga general fue el punto central de análisis en la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Después, en la rueda de prensa, el líder socialista aseguró que, si el Gobierno no reacciona, seguirán pidiendo la derogación del decreto, pero ya "en nombre de la inmensa mayoría de los españoles".

El líder socialista acusó al presidente de desgranar "todo e esfuerzo posible para hacer demagogia, hasta llegar al absurdo, al esperpento". Le recordó que el mantenimiento de la paz social es responsabilidad del Gobierno, y le exigió por ello que modifique su rumbo y permita el diálogo.

"El Gobierno parece tener la estrategia de no dejar que pase un sólo día sin provocar a los trabajadores. El viernes, el señor Aznar fue el más provocador, el más exaltado y el más extremista, se comportó como un hooligan cuando dijo que iba a ganar el partido; el sábado, al epresar que quieren jorobar a España; y, ayer, al mandar al ministro de Trabajo para lanzar una nueva provocación a los sindicatos", afirmó.

Le advirtió, por ello, "que no se confunda, porque no tiene enfrente a ningún equipo rival, sino a muchos millones de españoles que no quieren jorobar a España, sino impedir que España sea cada día más injusta socialmente".

La prueba más evidente, en su opinión, de esta deriva del Gobierno, "es que nadie quiere seguirle, ni sus aliados parlamentarios, ni siquera ya la Jerarquía Católica. El Gobierno está sólo porque nadie está de acuerdo con sus métodos autoritarios y porque nadie quiere que se abarate el despido".

Los únicos que apoyan al Ejecutivo son, a juicio de los socialistas, "algunos empresarios" pero tampoco la mayoría de ellos, que lo que desean es la paz social y tener un Gobierno que modera y garantiza estabilidad, no que actúa como "el mayor elemento de agitación".

AZNAR, "AUTORITARIO Y RANCIO"

Rodríguez Zapatero incluyó en esta actitu del Gobierno su respuesta a la polémica pastoral de los obispos cuestionando la conveniencia de ilegalizar Batasuna y al pronunciamiento de los obispos en contra de los recortes sociales.

"El tono, el estilo, demuestra que no hay nada en este país a la derecha del Gobierno y del señor Aznar. No se puede estar más a la derecha, en un discurso más autoritario, más rancio, más intolerante, despreciativo hacia los más débiles".

Si lo que quieren es acabar con el fraude, espetó el líder socialista, qe no se dirijan contra trabajadores que perciben rentas "mínimas" a través del PER, sino "a los defraudadores de los miles de millones de pesetas de Gescartera, que aún no sabemos dónde están. Es ahí donde tiene que verse un Gobierno", exclamó.

Este cambio de actitud del presidente desde el comienzo de su mandato se debe, según Rodríguez Zapatero, a que la mayoría absoluta saca a cada uno "como es, no como parecía que era", y a que Aznar está pensando ya más "en su futuro destino político que en intenar construir un país cohesioando y más justo. Esto lo pueden penasr incluso muchos dirigentes del PP".

En todo caso, el líder socialista reiteró al jefe del Ejecutivo su petición para "que no busque la confrontación, que dialogue, que no crispe, que serene, que no amenace, que pacte, que no provoque, que escuche, que no exalte, que no insulte". "Los españoles queremos y merecemos un presidente sereno, mesurado, y no un extremista, un exaltado, que provoca cada día a más ciudadanos", indicó.

"Por i acaso aún no se ha enterado", le recordó que los cientos de miles de militantes socialistas estarán el día de la huelga junto a los trabajadores exigiendo la retirada del decreto y controlando al Gobierno para que garantice el derecho de huelga y de quienes decidan trabajar.

Pese a ser preguntado por ello, no desveló si participará en alguna de las manifestaciones previstas en contra del decreto, incluidas las del mismo día 20 de junio en numerosas capitales, como Madrid y Sevilla.

Rodríguez Zaatero no quiso entrar en el "inoportuno" debate sobre la regulación por ley de los servicios mínimos, y recordó al Gobierno que, en todo caso, si abre el debate tras la jornada de protesta, debe hacerlo desde el consenso con los agentes sociales.

(SERVIMEDIA)
10 Jun 2002
CLC