Así lo anunciaron esta mañana en rueda de prensa los secretarios generales de CCOO, José María Fidalgo, y UGT, Cándido Méndez, quienes defendieron que cumplirán los servicios mínimos que hayan sido pactados por las centrales, pero que no garantizan el cumplimiento de aquéllos que hayan sido impuestos.

Méndez acus al Gobierno de "contradecirse a sí mismo", al decir que "los tribunales son los únicos para dirimir" si los servicios mínimos son o no justos "y a la vez incumplir sentencias del Tribunal Constitucional, del Supremo y de diversos Tribunales Superiores de Justicia" de comunidades autónomas "al imponer servicios mínimos declarados ilegales".

Según Méndez, "quien somete a su capricho los servicios mínimos es el Gobierno, que es quien está cometiendo una presunta ilegalidad" al imponer servicios mínimos imilares a otros que ya han sido declarados ilegales por los tribunales.

Pero Méndez advirtió que, al igual que se va a llevar al Gobierno a los tribunales, "haremos lo mismo con las empresas que intenten boicotear el ejercicio del derecho de huelga" mediante presiones a los trabajadores.

Fidalgo dijo que tienen miles de mensajes y comunicaciones de empleados de muchas empresas que aseguran haber recibido presiones y amenazas de despido en el caso de que hagan huelga. "Vigilaremos a esas empresas a partir del 21 de junio, advirtió el líder de CCOO.

MAS PRESIONES

Fidalgo afirmó que tiene "la sensación subjetivo de que las presiones (del Gobierno y de las empresas) son mayores que en otras huelgas. Quizá sea errónea, pero la tengo. Este montaje no se había producido con esta fuerza más que ahora".

El líder de CCOO recordó que en huelgas anteriores también había duras críticas de los gobiernos, pero contra los argumentos que daban los sindicatos, no contra el ejercicio del derecho de huela, "como sucede ahora".

Méndez añadió que las huelgas anteriores, todas ellas contra gobiernos del PSOE, "eran jaleadas desde el PP, Aznar no quitaba el sueldo a sus funcionarios donde era presidente (en Castilla y León). La diferencia es que entonces eran oposición".

El líder de UGT se mostró convencido de que la huelga general "va a ser un éxito, como demuestra la quiebra del discurso político" del Gobierno y del PP, que han pasado de las críticas a los sindicatos a tenderles la mano para segui negociando el 21 de junio.

Sin embargo, los sindicatos desconfían, ya que, según Méndez, "Aznar no tiene credibilidad alguna al decir que tiende la mano. Esto denota que el impacto de la huelga general ya ha ido más allá de lo que presumía Aznar".

Fidalgo añadió que "desconozco de qué puede hablar Aznar con unos sindicatos que se están oponiendo a recortes tan duros como los impuestos. La credibilidad de este Gobierno como interlocutor está bajo mínimos".

Méndez resaltó el "caos, la confusin y la falta de unidad" en el discurso del Gobierno, como lo demuestra que "Arenas diga que Aznar dice que tiende la mano; que Aparicio nos deslegitima por no aceptar servicios mínimos; que Cabanillas nos llame irresponsables y que Piqué nos tilde de saboteadores".

El 20 de junio "vamos a demostrar que no somos gente apática y resignada", sino que "queremos avanzar en la integración europea, pero en el sentido opuesto al que pretende Aznar, que está basado en el debilitamiento de derechos y en un modeo de empleo barato".