Caldera aprovechó su intervención en el pleno del Congreso para debatir el informe anual del Defensor del Pueblo correspondiente a 2001, para hacer un discurso única y exclusivamente centrado sobre la razones y la incidencia de la convocatoria de huelga general.

Su intervención estuvo jalonada de constantes interrupciones por los abucheos de los diputdos populares y los aplausos de su propio grupo, lo que hizo díficil a la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudí, el mantenimiento del orden para el desarrollo normal de la sesión.

El dirigente socialista denunció los "intolerables niveles" de precariedad laboral, "el abuso" de la contratación temporal, la siniestralidad laboral, el deterioro de los servicios públicos y la dificultad que tienen los españoles para acceder a una vivienda digna.

Entienden los socialistas que el Gobierno deberí trabajar en solucionar esos problemas, y no en "aumentarlos" haciendo recortes de derechos y aumentado el "circulo infernal" de la insolidaridad y la exclusión social.

INSIDIOSA PROPAGANDA

Afirmó que los españoles quieren trabajar y no pueden admitir la "insidiosa propaganda del señor Aznar" que dice que "quien no tiene empleo es porque no quiere". Por ello, se dirigió al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, que seguía el desarrollo de la sesión desde la tribuna de invitados y le advirtió que el añ próximo su informe estará plagado de las "legítimas quejas de los trabajadores".

Caldera aseguró que los trabajadores en paro "no defraudan" al Inem en el cobro del subsidio de desempleo, a diferencia de los empresarios que usan abusivamente la contratación temporal y cuyo comportamiento el Ejecutivo no persigue. "Donde está el fraude, como siempre, es entre los poderosos, protegidos por un Gobierno que sólo está con los poderosos", dijo.

MENTIROSO OFICIAL

A lo largo de su discurso se fueron cldeando los ánimos de la Cámara que llegaron a su punto más alto en el momento en que Caldera denunció que el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, "faltó a la verdad" en la sesión de control de ayer al afirmar que con la reforma aprobada por el Gobierno no desaparecen los salarios de tramitación, "emulando a su compañero Pío Cabanillas, el mentiroso oficial del Gobierno".

Este calificativo motivó las airadas protestas de los bancos populares que reclamaron reiteradamente a la presidenta de la Cáara su intervención. Finalmente, Rudí se dirigió a Caldera para exigirle que retirara esa expresión, y en caso contrario le advirtió de que, haciendo uso de la facultad que le concede el Reglamento del Congreso, ordenaría su retirada del acta taquigráfica del diario de sesiones.

"Esta Presidencia", dijo, "no tiene por costubre hacer una llamada a la cuestión en aras de la libertad de expresión, aunque, en opinión de la presidencia, el contenido de su intervención no se ajusta al orden del día que se etá debatiendo. Pero sí le ruego que retire la expresión de `mentiroso mayor del reino', y si usted no lo retira a la Presidencia se le autoriza a que no aparezca en el diario de sesiones y será lo que mantenga".

Caldera acató la autoridad de la Presidencia y aseguró que hoy "hablo de lo que quieren los españoles que hable hoy". Además, se negó a retirar ninguna de sus expresiones porque "el señor Cabanillas ha mentido y el señor ministro de Trabajo faltó a la verdad".

El portavoz socialista acusóal Gobierno de "manipular" la verdad para hacerla parecer distinta. Se refirió a los cambios en la política de prejubilaciones que, a su juicio, "no sólo es una injusticia, es una crueldad".

En cuanto a la desaparición del PER argumentó que quien lo recibe "no comete fraude, sino que presta su apoyo al desarrollo rural". Insistió en que hay razones de equilibrio territorial, de respeto a la idiosincrasia del medio rural y a su desarrollo que justifican el sistema del PER.

Para Caldera, "no hay raones económicas, sociales, ni de desarrollo rural" que justifiquen esas medidas, por lo que afirmó que "la única razón" para acabar con el susidio agrario es "la represalia contra regiones que no votan mayoritariamente al PP".

Aseguró que "hoy perdemos nuestros derechos" y por ello "el PP se ha quedado solo" a pesar de haber 11 formaciones políticas representandas en la Cámara Baja. "Y por eso practican ustedes", dijo, dirigiéndose al Ejecutivo, "una política de coacción impropia de un Gobierno democrtico, enviando circulares a las empresas para saber quien participa en un derecho constitucional como el de la huelga".

Reprochó a los populares que hayan dado instrucciones a los responsables del Inem, como al de Salamanca, para que digan que "la huelga es un delito" y argumentó que "si no lo han cesado es porque ustede piensan lo mismo que él".

Frente a esta actitud recomendó al Ejecutivo que "no confunda el interés de España con su interés" y que tenga valor para hacer lo que hizo Churchill en1942 cuando ante la huelga de los mineros británicos algunos le pidieron que militarizara la actividad porque estaban en guerra con Alemania, y el primer ministro británico respondió que no podría hacerlo porque "luchaban contra la tiranía de Hitler, entre otras cosas, para que los mineros pudieran hacer huelga".

Para finalizar, le hizo una petición al Defensor del Pueblo para que visitara la sede madrileña de UGT donde esta mañana se han producido enfrentamientos con la policía que, según Caldera, sehan generado a raiz de las ordenes dadas a la Policía por el Ministerio de Interior.

En conclusión, pidió al Gobierno que retire el decretazo y le advirtió de que en las distintas manifestaciones convocadas por toda España se oirá el lema "La solución, derogación" porque "atenta contra los derechos de los españoles".

NINGUN MINISTRO

Durante la intervención de Caldera ningún ministro estuvo presente en el hemiciclo y las protestas de los diputados populares fueron contínuas. Al terminar su interención, una diputada socialista dejó a la vista, colgando de la solapa de su bolso un cartel en el que se leía "cerrado por huelga".

La mayoría de los diputados socialistas portaban en sus solapas pegatinas o chapas de UGT y llamando a la huelga general. Acto seguido, subió a la tribuna el diputado del PP Celso Luis Delgado, quien reprochó al PSOE su "demagogia difusa y la confusión" que están generando.

Según Delgado, esta actitud sólo se entiende al constatar "el fracaso estrepitoso de la huelg que ustedes ausipiciaban", gracias a que "muchos trabajadores" han intentado asistir a sus centros de trabajo "y lo han conseguido".

Acto seguido, el diputado popular se ciñó a su intervención en relación al informe del Defensor del Pueblo, y al terminar fue ovacionado por su grupo puesto en pié.