Cabanillas dijo en los pasillos del Congreso que la ausencia e seguimiento "se percibe en el ambiente" y se comprueba con algunos datos, como el alto grado de normalidad en los transportes y la intensidad de tráfico en algunas grandes ciudades, "incluso mayor que los días laborables".

Además, recordó, los medios de comunicación han emitido durante toda la noche y los principales periódicos han sacado adelante sus primeras ediciones.

Especialmente sintomático consideró el dato de consumo energético durante la noche, muy superior al registrado en la noche de 14 de diciembre de 1988, día en el que se produjo otra huelga general.

El ministro portavoz valoró la disponibilidad y el deseo demostrado por los ciudadanos de acudir a sus puestos de trabajo y denunció, como única nota negativa, "las coacciones y piquetes violentos".