Este especialista señaló que interfiere en los hábitos dietéticos, en el estado alimenticio y en el gusto en la manera de hablar, además de perjudicar el estado de las piezas dentales y aumentar la probabilidad de padecer periodontitis.

La saliva mantiene la saud bucodental, lubrifica la boca, facilita la deglución y digestión y protege la dentición. Entre las causas más frecuentes de este problema destaca la toma frecuente de medicamentos (fundamentalmente antihipertensivos y ansiolíticos), padecer enfermedades autoinmunes (síndrome de Sjögren) y sistémicas, como la diabetes mellitus, o tratamientos de radioterapia.

Como señala Rafael Martín-Granizo López, secretario General de SECOM este déficit afecta sobre todo a los ancianos y las mujeres lo padecen co el doble de frecuencia que los hombres.

Los tratamientos para eL problema son básicamente sustitutivos, con una saliva artificial (geles o líquidos) que tienen el problema de su rápida desaparición y de la necesidad de aplicarlos con mucha frecuencia, o con terapias farmacológicas o mecanicas, que aumentar la producción de saliva.

MICROSENSORES INTELIGENTES

En estos momentos, se está desarrollando en varios países un proyecto a financiado por la Comisión Europea y auspiciado por sociedades médcas (entre ellas la SECOM) para el desarrollo de un microsensor inteligente, que detectaría la humedad existente en la mucosa de la boca y automáticamente, mediante una electroestimulación a muy baja intensidad sobre los nervios de las glándulas salivares mayores, aumentaría la producción de saliva por el propio paciente.

Este pequeño microsensor podría colocarse en una férula removible sobre los dientes inferiores o incluso sobre un implante dental osteointegrado en la zona más posterior de la mandíbla.