Este es elprincipal resultado de la segunda encuesta realizada sobre este particular por el Instituto de Comercio Exterior, en colaboración con la patronal CEOE, entre un total de 1.500 empresas, cuyos responsables fueron entrevistados a fondo entre marzo y octubre de 1995.

Las conclusiones de la encuesta, publicadas en el último número del Boletín de Información Comercial Española, del Ministerio de Economía, muestran que 297 de las 1.500 empresas entrevistadas identificaron 399 problemas distintos en sus relaiones comerciales con la UE.

Alrededor del 70 por ciento de los problemas detectados se derivaron de barreras técnicas y exigencias en materia de envase y embalaje, que se produjeron sobre todo con Alemania y Francia.

Otros 35 problemas correspondieron a trabas administrativas y fiscales, 21 a cuestiones relacionadas con el transporte, 6 a asuntos relacionados con el medio ambiente, 8 a garantías de mercancías y servicios, y el resto a otras circunstancias.

Los estados que ponen más obstáculs son Alemania y Francia, países con los que los encuestados contabilizaron 104 y 103 problemas, respectivamente, a las ventas de sus productos. Le siguieron Gran Bretaña, con 39, e Italia, con 27.

Los sectores productos en los que mayor cantidad de obstáculos comerciales se detectan son, por orden de importancia, metales, bienes de equipo, servicios, alimentación, química, vehículos de transporte y electrónica.

Los responsables del área de Comercio que promovieron la encuesta señalan que "el veradero problema de la existencia de obtáculos comerciales en el ámbito comunitario, al igual que desde el punto de vista de los intercambios mundiales, estriba en identificar los casos en los que las normas técnicas específicas o exigencias que los países imponen a los productos importantes responden realmente a cuestiones de protección del medio ambiente, salud y seguridad, o si bajo dichos argumentos los países esconden verdaderas barreras proteccionistas del mercado interior".