Los ancianos atrincherados, que en su mayoría superan los 80 años, aseguraron que no abandonarán la residencia hasta que les garanticen que tendrán las plazas que les han concedido. Asimismo, sealaron que no saldrán a menos que les saquen por la fuerza y que son capaces de estar sin comer si es preciso.

El conflicto, que surgió hace pocos días, se inició cuando los 96 ancianos con plaza concedida en la residencia de Adormideras recibieron la noticia de que no podrían ocupar sus plazas porque era necesario trasladar a los residentes de Oleiros para emprender reparaciones en este centro.

Según la Xunta, los ancianos minusválidos volverán al centro de Oleiros cuando concluyan las obras. Mintras tanto, el Gobierno gallego prevé acomodar a las personas que tienen plaza concedida en la residencia de Adormideras en distintos centros asistenciales de Galicia. Sin embargo, los combativos ancianos encerrados han rechazado esta posibilidad.