En los EE.UU., el aumento de la inmigración en los últimos tres decenios y los países de origen son más numerosos y diveros que nunca. Se estima que durante el decenio de 1980 ingresaron legalmente unos 7,3 millones de inmigrantes y que otros 2,7 millones ingresaron de forma ilegal.

Aunque el Fondo de Población de la Naciones Unidas (FNUAP) afirma que la migración produce beneficios sociales y económicos, el desplazamiento de millones de personas por año está sobrecargando tanto a los países industrializados como en desarrollo.

En la actualidad, las remesas anuales que envían los migrantes internacionales a sus famlias en el lugar de origen ascienden a 66.000 millones de dólares, importe que en la economía mundial sólo es inferior al de las transacciones relativas al petróleo.

Sin embargo, algunas "megaciudades" que atraen a los inmigrantes procedentes de zonas rurales y pequeños poblados, podrían duplicar su tamaño en los próximos 12 años.

Según indica el informe, a medida que van en aumento las presiones que favorecen la migración van siendo más limitadas las opciones de que disponen los inmigrantes, lo ue está contribuyendo a un clima de crisis.

En el pasado, la migración era "circular" y muchos inmigrantes volvían a sus hogares después de haberse trasladado a las ciudades o al extranjero. En la actualidad, ese tipo de migración transitoria es cada vez menos común y la mayoría de los que emigran lo hacen de forma permanente.

Pese a la pobreza evidente en muchas ciudades del mundo desarrollado, focos receptores de emigrantes, la mayoría de los desplazados a ellas están satisfechos de su decisiónporque consideran que las ventajas de las ciudades son reales, pese a la carencia de buenos empleos y de vivienda con que se encuentran los recien llegados.

LA MITAD SON MUJERES

El informe de FNUAP subraya que casi la mitad de la población inmigrante que cruza las fronteras internacionales la constituyen mujeres y un 75 por ciento de los refugiados son féminas. Así, en Europa occidental la mayor parte de los extranjeros son mujeres y en América Latina, la región más urbanizada del mundo en desarroll, la mayoría de los emigrantes desde las zonas rurales hacia las urbanas también lo son.

Sin embargo, las políticas de inmigración presentan una pronunciada desviación hacia los hombres y limitan el acceso de las mujeres a los servicios de apoyo.

La migración femenina llega a su máximo cuando las mujeres tienen más de 50 ó 60 años, en momentos en que el divorcio, la separación o la viudedad las obligan a buscar nuevas oportunidades. El informe señala que, salvo en el caso de Africa, la mayoría delas mujeres que se desplazan por sí mismas no están casadas.

La baja condición de la mujer persiste en el lugar de destino. Su escasa educación en comparación con los hombres limita sus oportunidades y es común que se encuentren ocupando empleos marginales.

Las mujeres inmigrantes, sobre todo las refugiadas, son muy vulnerables a la violación y otras formas de explotación y violencia sexual y hay escasas acciones internacionales para proteger a las mujeres ante estos hechos y ninguna para desalenar el tráfico ilegal de mujeres o la prostitución, según el informe de Naciones Unidas.

El FNUAP considera prioritario que los países que reciben migrantes internacionales deben asumir la responsabilidad de asegurar el respeto a los nacidos en el extranjero en las comunidades que los reciben, y posibilitar que los inmigrantes se integren en las sociedades que los rodean.

Según el informe sobre "El Estado de la Población Mundial, 1993", es preciso determinar claramente los derechos y obligaciones utuos.

Entre las medidas propuestas por ese organismo destacan: la provisión de servicios sociales, especialmente en las zonas rurales; alentar el crecimiento de las ciudades de tamaño pequeño e intermedio; y que los países industrializados consideren los efectos de sus propias políticas económicas, comerciales y de desarrollo sobre la migración internacional.