"Estoy convencido, aunque hoy digan que no, que mañana o pasado dirán que sí, que son imprescindibles y necesarios porque si no saldremos perdiendo", advirtió el mandatario europeo.

En estos términos se pronunció Almunia en Madrid durante un acto organizado por la Asociación de Mercados Financieros, ante las reticencias de países como Alemania de aceptar la puesta en marcha de los eurobonos. "Da igual la posición que tenga cada uno en los ratings, en los mercados, en los rankings, etc... Si no encontramos soluciones comunes donde cada uno, con las tareas que le corresponden, pero (donde) todos nos agarremos de la mano y nos comprometemos a salir conjuntamente de la situación en la que estamos, no hay nadie que salga ganando de una situación como ésta".

Almunia recordó que ya se han puesto en marcha medidas que antes algunos países decían que "nunca" aceptarían porque las consideraban como "líneas rojas", pero que la realidad ha obligado a adoptarlas.

En esta línea, señaló que "no funcionan" las medidas "intergubernamentales" que se quieren aplicar sin pasar por las instituciones comunes a nivel europeo. También ahondó en la necesidad de adaptar de manera "urgente" una salida a la situación de Grecia porque "ya no hay margen" y si el país cae en situación de impago "nadie saldrá indemne".

El comisario insistió en la necesidad de unión de los países miembros, y en especial de los de la zona euro, para hacer frente a la coyuntura económica porque "si no no funcionan" las medidas.

Ante la posibilidad de que la debilidad griega termine por sacar al país de la zona euro, Almunia fue tajante y dijo que no imagina un horizonte sin el país heleno en la moneda común. "Rotundamente no imagino un país de la zona euro que salga fuera, a nadie se le puede echar pero a nadie se le puede señalar el camino de la puerta" porque ello supondría "una derrota histórica" para los que le señalan la salida, apostilló.

Con la misma rotundidad se mostró ante la posibilidad de una Europa a dos velocidades. El comisario de Competencia dijo que "no hay atajos que valgan" y que las propuestas que están planteando Francia y Alemania no se están enfocando bien" porque son sólo ideas que deben debatirse en el próximo Consejo Europeo del día 9.

Por otra parte, el comisario europeo señaló que los ajustes fiscales y la creación de condiciones para el crecimiento "no son incompatibles" si bien cada país tendrá que centrar sus prioridades.

Apuntó que algunos países sólo pueden tener como prioridad ajustar sus desequilibrios, pero que hay otros con márgenes para "relegar" los ajustes de su prioridad y apostar por estimular el crecimiento.