La FAPE se suma así, en una nota de prensa, a la denuncia realizada por la Federación Internacional de Periodistas (FIP) de las agresiones, amenazas, presiones políticas, violencia, violaciones y abusos que sufren estas trabajadoras, agravadas por el hecho de que persiste la impunidad que protege y anima a los autores de estos delitos.

"Lo más grave es que la mayoría de esos crímenes quedan sin resolver y que los asesinatos no son juzgados", sostienen Beth Costa, secretaria general de la FIP, y Mindy Ran, presidenta del Consejo de Género de la organización.

La FIP añade que "el clima de impunidad en torno a los crímenes cometidos contra las mujeres periodistas constituye una verdadera amenaza contra la libertad de expresión. Las autoridades públicas tienen tendencia a desvincular los crímenes de la profesión periodística y atribuirlos a cuestiones personales o violaciones".