Después de analizar la primera parte del plan, la CNE sostiene que "la integración en los sistemas de telegestión y telemedida de los equipos sustituidos se lleve a cabo de forma paralela a su propia sustitución" y que resulta "imprescindible garantizar la interoperabilidad entre los sistemas y equipos que están instalando las diferentes empresas distribuidoras, de acuerdo con la normativa europea sobre la materia".

Según informó la CNE este jueves en un comunicado, en el primer periodo de aplicación del plan, que finalizó el 31 de diciembre de 2010, no se cumplió el objetivo fijado de cambiar el 30% de los equipos. Este plan, aprobado en la orden ITC 3860/2007, prevé que todos los contadores sean sustituidos antes del 31 de diciembre de 2018. Para cumplir con lo fijado, la CNE propone la creación de un grupo de trabajo.

Además, el órgano regulador estima conveniente que el distribuidor, mediante el comercializador que corresponda, informe al consumidor en sus facturas sobre la fecha prevista para la instalación del nuevo equipo.

CONTADORES GAS

Por otra parte, sobre la implantación de contadores de gas inteligente, la CNE también recomienda aplicar una estrategia "conservadora" y esperar al desarrollo de "pruebas piloto a pequeña escala". Ante esto, asegura que no se debe obligar "regulatoriamente" a la instalación de contadores inteligentes de gas.

Según la CNE, los sistemas de medición inteligente más sencillos permiten ofrecer al consumidor y a los distribuidores y comercializadores de gas una lectura mensual remota del contador de gas, con desglose del consumo de gas con detalle diario o superior.

A su juicio, como necesitan de pilas o baterías y ello supone un mayor coste en equipos y en mantenimiento, la introducción de un plan de sustitución requiere de un incremento en las tarifas de alquiler de contadores porque los ahorros del distribuidor en el proceso de lectura tradicional no compensan los costes de inversión necesarios para la sustitución de los contadores.