Según informó hoy el Ayuntamiento, se trata de la primera vez que se realiza una campaña a este tipo de establecimientos de manera específica. Diez inspectores técnicos de calidad y consumo visitarán alrededor de cincuenta establecimientos dedicados a la venta de alfombras en la ciudad.

Durante las inspecciones se comprobarán aspectos como la existencia de hojas de reclamaciones y la entrega de las mismas a solicitud de los consumidores, así como el anuncio de su existencia mediante cartel ajustado al modelo oficial; y la existencia a disposición de los usuarios de facturas o documentos acreditativos de las compras, en los que deben incluirse todos los requisitos legales.

También se controlará la inexistencia de publicidad y cláusulas que induzcan a error al consumidor o vulneren sus derechos; el cumplimiento de la normativa en los casos en los que se anuncien promociones, ofertas, saldos o liquidaciones; la admisión de tarjetas de crédito y débito anunciadas en el establecimiento, y el etiquetado, entre otras cuestiones.

Una vez finalizada la campaña se evaluarán las actuaciones realizadas con el fin de conocer la situación del sector y se iniciarán los expedientes sancionadores correspondientes por las infracciones cometidas, según el Consistorio.