Así lo recoge un estudio elaborado por Invest in Spain, un organismo dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en colaboración con el IESE Business School.

La principal queja de los inversores extranjeros se centra actualmente en los problemas de financiación, algo que, según Industria, está relacionado con la crisis económica internacional.

la segunda de las principales críticas que hacen al clima de negocio en España es el mercado laboral, concretamente el coste para contratar y despedir trabajadores.

Por el contrario, los inversores destacan como fortalezas de España las referidas al entorno de negocios, es decir, la competitividad de los sectores, así como la calidad y disponibilidad de los proveedores cualificados y de redes o canales de distribución.

También consideran de forma positiva la cualificación y disponibilidad de recursos humanos y otros aspectos relacionados con la calidad de vida, como el transporte, las comunicaciones, las instalaciones, el ocio, la cultura o el sistema sanitario.

Los inversores subrayan también los importantes recursos tecnológicos, tanto por su calidad como por la disponibilidad de los servicios e infraestructuras de las comunicaciones.

Por último, el estudio señala que las personas interesadas en hacer negocios en el país reclaman mejoras en los conocimientos de idiomas y en la flexibilidad del mercado laboral.