En el último mitin de la campaña, en el Pabellón Fernando Martín, de Fuenlabrada (Madrid), el candidato insistió en el mensaje que ha lanzado en los últimos días, dirigido a los indecisos que no quieren votar al PSOE porque reniegan del bipartidismo, y que corren el riesgo de terminar “instalando el monopartidismo de la derecha”.

“Estamos a cero, porque dentro de las urnas no caben las encuestas, sólo los votos”, dijo a los indecisos y a los ya movilizados, al tiempo que reiteró el llamamiento al voto útil “para que la fragmentación de la izquierda no dé a la derecha el poder absoluto”.

Rubalcaba insistió también en apelar a los valores y principios del PSOE de siempre y a definirse abiertamente “socialista obrero español” como Pablo Iglesias, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Julián Besteiro o Javier Solana, amigo personal del candidato y presente en el mitin.

Los progresistas, insistió, deben dejar atrás la indignación, el desencanto, y salir a votar masivamente el domingo para evitar tener que salir después a protestar por las medidas del PP, como avanzó María Dolores de Cospedal.

Y deben saber, añadió, que los socialistas “no nos envolvemos en la bandera” pero cuando es necesario toman decisiones “aunque nos perjudiquen electoralmente”. “Eso es patriotismo” y lo demostró Rodríguez Zapatero, aseguró.

Rubalcaba dijo a los movilizados que aún queda tiempo para que cada uno de ellos haga “muchas llamadas” y aproveche las conversaciones para intentar convencer a su entorno, aunque la campaña haya terminado.

Ha terminado después de 23.500 kilómetros y 41 actos protagonizados por el candidato, que reconoció cuando los asistentes le pedían coreando que botara, que no tenía ya fuerzas, sólo “las justitas” para ir a votar el domingo.