Según pudo comprobar Servimedia, si se suman todos los nombres que aparecen en las papeletas electorales hay 4.980 de varón y 4.461 de mujer, con lo que el 52,75% de los 9.441 candidatos que optan a un escaño parlamentario son hombres y el 47,25% mujeres.

La diferencia se inclina en favor del sexo masculino más entre los candidatos titulares que entre los suplentes. De los primeros, hay 2.981 hombres frente a 2.591 mujeres, lo que se traduce en unos porcentajes del 53,5% y el 46,5%, respectivamente.

Entre los sustitutos, cuya paridad se contabiliza aparte de la de los titulares según la interpretación canonizada por la Junta Electoral Central del artículo 44 bis de la Loreg que introdujo la Ley de Igualdad, las cosas se aprietan: concurren 1.999 hombres y 1.870 mujeres, lo que equivale a unas proporciones del 51,67% frente al 48,33%.

Distinguiendo entre cámaras, al Congreso aspiran a entrar 3.058 hombres por 2.759 mujeres (los primeros son el 52,57% del total de candidatos y la segundas el 47,43%), pero esos cinco puntos de ventaja masculina se reducen si se tiene en cuenta que, entre los titulares, la relación de proporciones se acerca más a la paridad: 51,87% frente a 49,13%.

Es entre los candidatos suplentes, que tienen menos posibilidades de salir elegidos, donde los hombres fundamentan su ventaja numérica sobre sus compañeras de lista, pues copan el 54,66% de las posiciones, frente al 45,34% que recaen en mujeres.

SENADO

Por lo que respecta al Senado, la proporción global es algo más favorable a los hombres que en la Cámara Baja (53,04% frente a 46,96%), y aquí el desequilibrio es aún más notorio en su composición final, puesto que se agudiza entre los candidatos titulares.

De ellos, el 59,36% son hombres y sólo el 40,64% mujeres; es decir, que los porcentajes se aproximan mucho a los límites del 60-40% que establece la Ley de Igualdad. Puesto que todas las listas han de respetar tales límites para sus titulares y sus suplentes por separado, se puede deducir que una gran mayoría de ellas contiene una desproporción similar entre ambos sexos, al borde de la legalidad.

Por el contrario, la relación más próxima a la paridad y la única que es favorable a las mujeres es la que registran las listas de candidatos suplentes al Senado. En ellas, hay inscritos 1.202 nombres masculinos y 1.209 femeninos, lo que se traduce en unos casi idénticos porcentajes de 49,85% frente a 50,15%.