Así lo exigió en un comunicado emitido después de que este miércoles el Parlamento Europeo respaldase “firmemente” y de forma “ambiciosa”, a su juicio, la ‘Estrategia de la granja a la mesa’ (Farm to Fork en inglés), que, según la organización, sitúa a la Unión Europea “en la senda de un sistema alimentario más sostenible”.

Para “reforzar” los planes de la Unión Europea en materia de alimentación y agricultura sostenibles, los eurodiputados votaron a favor de una producción de alimentos de menor impacto ambiental, considerando que los objetivos de reducción de pesticidas, fertilizantes y antimicrobianos en la agricultura deben ser vinculantes.

Además, abogan por entornos alimentarios más saludables y piden a la Unión Europea que regule la comercialización y la publicidad dirigida a los niños de alimentos con alto contenido en grasa, azúcar y sal.

Los eurodiputados también quieren que los precios de los alimentos reflejen los "verdaderos" costes de producción incluso para el medio ambiente y la sociedad y respaldan un etiquetado nutricional simplificado y obligatorio en toda la Unión Europea para ayudar a los consumidores a elegir alimentos más saludables, además de la eliminación del mercado de las declaraciones verdes “engañosas”.

Aunque no es vinculante, la posición del Parlamento establece para OCU “grandes expectativas de cara a futuras propuestas legislativas” para aplicar la estrategia ‘De la granja a la mesa’ y da a la Comisión Europea un “fuerte mandato para desplegar sus planes hacia un sistema alimentario sostenible”.

OCU defiende esta estrategia para que los alimentos sean “más sanos y sostenibles” y ve necesario que existan marcos legislativos que ayuden a los consumidores a hacer “más sencillo” el consumo sostenible garantizando que las opciones de alimentos sostenibles y saludables “sean fáciles de encontrar y asequibles”.