Sucedió a los pocos minutos de que Mariano Rajoy hubiera empezado su intervención ante las 16.000 personas que abarrotaban la Plaza de Toros de Valencia. Se trataba del acto "más importante" de la campaña de los populares para las elecciones generales del 20 de noviembre, tal y como dijo el propio Rajoy.

Al hacer una pausa en su discurso, en una de las gradas comenzó a gritar un indignado con una pancarta en las manos. En ella, llevaba escrito "PPSOE corruptos". El público que estaba a su alrededor comenzó a silbarle y pedirle que se fuera.

La plaza al completo se percató rápidamente del incidente, incluido el propio Rajoy, quien se quedó en silencio mientras el enfrentamiento entre el indignado y los simpatizantes del PP iba a más. La bronca llegó a ser monumental, con abucheos de los 16.000 asistentes contra el hombre que protestaba.

Aunque trataron de echarle, tardaron un par de minutos en reducirle y sacarle del tendido. Mientras tanto, los cachorros de Nuevas Generaciones del PP coreaban a voces: "¡Se nota, se siente, Mariano presidente!". Frente a la acusación de corruptos a populares y socialistas que contenía la pancarta, los jóvenes entonaron a continuación otra consigna al sentirse tocados en el orgullo: "Yo soy del PP, del PP, del PP. Yo soy del PP, del PP, del PP".

Rajoy se dio cuenta de las verdaderas dimensiones del incidente e intentó reconducir la situación con mensajes de ánimo del tipo "Venga...", "Vamos a continuar...", pero no lo lograba. Al final, cuando el público se tranquilizó, prosiguió con sus argumentos, "que es lo que nosotros manejamos" para conseguir un cambio político.

El indignado del "PPSOE corruptos" no fue el único que intentó boicotear el mitin. Otros dos los intentaron cuando hablaban la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el cabeza de lista al Congreso, Esteban González Pons. Sin embargo, fueron rápidamente reducidos. Con Rajoy sobre la tribuna, apareció un cuarto espontáneo con una pancarta a favor del "Sáhara libre" pero el candidato popular no le hizo ni caso y continuó con su discurso sin más.