Así se desprende de una nueva encuesta de YouGov encargada por la Fundación Europea del Clima y cuyos resultados se dieron a conocer este miércoles. El trabajo de campo se realizó online entre el 24 de septiembre y el 6 de octubre de este año a 10.547 ciudadanos mayores de edad de 10 países europeos: Alemania, Bulgaria, Chequia, España, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Reino Unido y Rumanía.

En términos generales, el 86% de las personas interrogadas dijeron que apoyarían nuevos proyectos eólicos y solares cerca de donde viven, y la mayoría muestran su interés en unirse a una cooperativa local de energía y apoyan las medidas gubernamentales para acelerar el despliegue de la energía eólica y solar.

En cuanto a España, gran parte de las personas sondeadas apoya la construcción de un parque eólico terrestre (73%) o solar (82%) cerca de su lugar de residencia, porcentajes que suben al 87% y al 92%, respectivamente, si los encuestados residen cerca de parques eólicos y solares.

Los encuestados son especialmente proclives a apoyar la construcción de un parque eólico en su localidad si se crean nuevos puestos de trabajo para la población local (77%) y si los beneficios del parque eólico se comparten con la comunidad local (75%).

Ello contrasta con el 75% de oposición la generación de nuevas plantas de energía fósil (petróleo y gas) o nuclear cerca del lugar de residencia.

El 83% de los españoles respalda que el Gobierno español exija que todos los edificios nuevos tengan paneles solares en sus tejados y el 87% apoyan que el Gobierno proporcione más apoyo financiero a los hogares para instalar paneles solares.

El sondeo también revela que la mayoría de españoles quiere que el Gobierno proporcione más información (88%) y apoyo financiero (87%) a cooperativas energéticas, en las que grupos de vecinos poseen turbinas eólicas o paneles solares y generan su propia electricidad.

La encuesta marca el lanzamiento de una nueva declaración de 185 grupos climáticos en Europa antes de la Cumbre del Clima (conocida como COP26) que comenzará el próximo 1 de noviembre en Glasgow (Reino Unido). La declaración solicita a los gobiernos que inicien un "despliegue sin precedentes de la energía eólica y solar" para evitar el colapso climático.