Rajoy hizo estas declaraciones durante un mitin en el Polideportivo de la Universidad de Málaga, que llenaron cerca de 4.000 personas. El candidato popular acudió junto a su esposa, Elvira Fernández, quien por la mañana también le había acompañado a otro acto en Melilla. Fuentes cercanas al matrimonio explicaron a Servimedia que Viri -como la conocen sus amigos- ha solicitado una excedencia temporal en su empresa para dejar de trabajar durante la campaña y poder arropar a su marido.

Durante su intervención en Málaga, Rajoy apenas se refirió al debate que el lunes celebró en televisión con el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. La principal novedad de su discurso fueron dos frases que parecían copiadas de Zapatero y que utilizó para ensalzar el cambio político que ofrece en los comicios del 20-N.

"El cambio es otro talante, es otra forma de gobernar", sentenció. "Tiene gracia que yo use ahora esta palabra", comentó al darse cuenta de que había recurrido al mismo término con el que Zapatero se presentó a las elecciones generales del 2004 y del que los populares se mofaron posteriormente durante varios años.

Rajoy argumentó que el cambio que plantea el PP implica "decir la verdad, es tener credibilidad, es que si dices una cosa la haces y si dices que no las vas a hacer no la haces, el cambio es ser responsable, pensar las cosas, actuar después de pensar y no hacer lo que se ha hecho en España los ultimos años".

PLAN MARSHALL DE RUBALCABA

Rajoy únicamente se refirió al debate electoral en televisión de forma indirecta, al sacar a relucir la propuesta de Rubalcaba para que la Unión Europea apruebe una especie de Plan Marshall que impulse la inversión pública en el viejo continente y ayude a salir de la actual crisis económica y financiera.

Criticó que el candidato del PSOE plantee algo así "después de haber gastado lo que no teníamos" y, sobre todo, cuando debería ser consciente de que los socios europeos "no nos van a dar" los 70.000 millones de euros que reclama Rubalcaba.

A su juicio, el camino es otro bien distinto: "Si los ciudadanos se han apretado el cinturón, las administraciones públicas se tendrán que apretar el cinturón también". Además, pidió a los ciudadanos que confíen en el PP porque "en los momentos fáciles vale cualquiera (para gobernar), pero en los difíciles hay que tener agallas, coraje, competencia y fuerza".

Nada más comenzar su discurso, Rajoy presumió de encontrarse "con más ganas que nunca y más preparado que nunca" para llegar a la Presidencia del Gobierno, aunque no parecía que lo dijera por el resultado del debate electoral, sino "por la fuerza" que le transmiten los simpatizantes en cada mitin.

Insistió en que en los comicios del 20-N se decide "si seguimos como hasta ahora o cambiamos" el Gobierno e invitó a todos los españoles a sumarse al cambio que ofrece el PP. "Se trata de abandonar cuanto antes la deriva, de arreglar las cosas para enderezar el rumbo de la nave, y de alcanzar nuestros objetivos como país". "El objetivo es crecer y crear empleo y lo vamos a reiterar hasta la saciedad", avisó.