Pasado el mediodía, un grupo de 20 personas entraron en la sede de la entidad bancaria, situada a escasos 100 metros del Congreso de los Diputados.

Extendieron una pancarta de varios metros en el vestíbulo monumental, tras resistir los intentos del servicio de seguridad del banco para impedírselo. Altavoz en mano empezaron a corear eslóganes: "Vuestra crisis, no la pagamos", "Botín expropiación" o "tu botín, nuestra crisis".

Ante la mirada atónita de clientes y de los dos agentes que vigilaban la entidad, varios de los participantes en la protesta tomaron la palabra para pedir "desobediencia" ante un sistema que ahoga a los ciudadanos y unos poderes públicos que prefieren rescatar a los bancos, mientras "familias enteras están siendo desahuciadas".

Entre los activistas se encontraban los tres primeros candidatos de la lista de Anticapitalistas por Madrid. Se trata de Miguel Urban, de 31 años y parado; Andrea Raboso, de 23 años y estudiante, y Raúl Navas, que es cartero.

Tras denunciar la "dictadura de los mercados" y anunciar "más acciones" de este tipo durante la campaña electoral y también después, pidieron la nacionalización de los bancos y acabaron coreando "Botín, cabrón, trabaja de peón".

Anticapitalistas ya protagonizó otra acción de denuncia similar al inicio de la campaña electoral, cuando literalmente empapeló con pasquines la fachada de la casa de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.

Ahora, insisten en que el 20 de noviembre "no acaba nada" y el 21 "empieza todo", y anuncian que van a seguir con su "campaña alternativa" de denuncias en "las casas de los ricos". Antes de retirarse, uno de los activistas se disculpó con los agentes del banco por las molestias les hubiera podido causar.