Durante un almuerzo mitin en el Pabellón Olímpico de Badalona con unas 2.000 personas, Cospedal tomó por un día las riendas de la campaña electoral del Partido Popular para facilitar que Mariano Rajoy se quedara en casa preparando el debate que mañana mantendrá en televisión con el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha se desplazó a Cataluña con la caravana de periodistas que siguen a Mariano Rajoy para dar un nuevo impulso a la campaña en esta comunidad, a la que los populares conceden máxima trascendencia en la cita con las urnas de dentro de dos semanas.

Rajoy ya estuvo el jueves en Cataluña para inaugurar oficialmente la campaña con un mitin en Castelldefell (Barcelona), donde también arropó a la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, y al cabeza de lista del PP al Congreso de los Diputados por Barcelona, Jorge Fernández Díaz.

La segunda gran jornada en Cataluña del PP llegó este domingo con la visita de María Dolores de Cospedal. En su discurso, equiparó la situación económica que ella se ha encontrado en Castilla-La Mancha tras las elecciones autonómicas de mayo con la que se descubrió en Cataluña cuando el tripartito formado por PSC, ERC e ICV perdieron el gobierno regional.

Destacó que, en ambos casos, los socialistas estuvieron dirigiendo la comunidad y se marcharon dejando una delicada situación económica. "Con un gobierno del Partido Popular nunca se hubiera dejado la ruina que han dejado los socialistas aquí en Cataluña y en Castilla-La Mancha", dijo.

Cospedal reconoció que las cuentas que se ha encontrado en Castilla-La Mancha le ha obligado a acometer "muchos ajustes". Entre otras cosas, destacó que el PP ha quitado "la mitad de los altos cargos, la mitad de los puestos de libre designación, las fundaciones públicas y mucha administración paralela".

Señaló que esa es "la gran diferencia a la hora de gobernar" entre el PSOE y el PP, lo que utilizó como argumento para pedir que en las elecciones generales del 20 de noviembre se apueste por el proyecto que encabeza Mariano Rajoy.

La dirigente popular advirtió de que el triunfo todavía no está conseguido a pesar de la mayoría absoluta que auguran las encuestas. Pareció enfadarse al escuchar que CiU va pidiendo el voto a los suyos con el argumento de que el triunfo del PP ya es seguro. "Es una falta de respeto decir a los ciudadanos que todo está hecho, hay que trabajar hasta el último día", recalcó ella.

También atacó a la formación nacionalista al recordar el apoyo parlamentario que ha prestado al PSOE de Zapatero durante los últimos siete años, lo que juzgó como una "irresponsabilidad" a la vista de las consecuencias que ha tenido la política económica de los socialistas.

Cospedal centró la mayor parte de su discurso en hablar de la economía y del paro, con el fin de convencer a su parroquia de simpatizantes de que el PP está decidido a emprender las reformas que el país necesita. Hizo un llamamiento a la "unidad y concordia" entre todos los españoles y criticó que el PSOE pida en estos momentos "lucha y pelea" con su campaña.

Tras el mitin, comenzó una butifarrada con todos los asistentes, que previamente habían sido distribuidos en largas mesas. Inicialmente estaba previsto que el acto se celebrase en una plaza de Badalona pero la lluvia obligó a trasladar la celebración al Pabellón Olímpico.