Clima

Las emisiones mundiales de CO2 en edificios caen al mínimo desde 2007 por la pandemia

- El sector de la edificación supone un 37% de las emisiones relacionadas con la energía, según la ONU

- Deben bajar un 50% en 2030 para lograr un planeta climáticamente neutro a mediados de siglo

MADRID
SERVIMEDIA

Las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los edificios y la construcción descendieron el año pasado al mínimo desde 2007 debido a la pandemia de la Covid-19, pero la falta de una transformación real en este sector supone que volverán a aumentar y a exacerbar el cambio climático, cuando deben bajar un 50% para que el planeta sea climáticamente neutro.

Así figura en el último informe anual realizado por la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (GlobalABC) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), y difundido este martes.

El informe concluye que el sector de los edificios y la construcción representó el año pasado un 36% del consumo mundial de energía final y un 37% de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía.

Si bien el nivel de emisiones en el sector fue un 10% más bajo que en 2015 y alcanzó mínimos inéditos desde 2007, ello se debió en gran medida a los confinamientos, la desaceleración de las economías, las dificultades de los hogares y las empresas para mantener y permitir el acceso a la energía y una caída en la actividad de la construcción, ya que los esfuerzos para descarbonizar el sector desempeñaron un pequeño papel.

De hecho, el crecimiento previsto en el sector aumentará las emisiones de CO2 si no hay un esfuerzo para descarbonizar los edificios y mejorar su eficiencia energética. En Asia y África se espera que el parque de viviendas se duplique en 2050 y se proyecta que el uso global de materiales se duplique con creces en 2060, con un tercio de ese incremento atribuible a los materiales de construcción.

Según la directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, “el cambio climático es una amenaza directa inmediata para todas las comunidades de este planeta”. "El sector de la construcción y los edificios, como una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero, debe descarbonizarse urgentemente con una triple estrategia de reducción de la demanda de energía, descarbonización del suministro de energía y abordar la huella de carbono de los materiales de construcción si queremos tener alguna posibilidad de cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5ºC", añade.

PEQUEÑOS AVANCES

Por otro lado, el informe indica que se han producido algunas mejoras en la acción para descarbonizar y mejorar la eficiencia energética del sector de los edificios y la construcción.

En 2015, 90 países incluyeron acciones para abordar las emisiones de los edificios o mejorar la eficiencia energética en sus planes nacionales climáticos en virtud del Acuerdo de París, cifra que ha aumentado a 136, aunque con distinta ambición.

Desde 2015, otros 18 países han establecido códigos de energía de construcción, una medida crucial para reducir las emisiones, y ahora son 80. La inversión en eficiencia energética aumentó a más de 180.000 millones de dólares en 2020 frente a los 129.000 millones en 2015. Y la certificación de edificios ecológicos ha aumentado un 13,9% en comparación con 2019.

Sin embargo, el informe concluye que estos esfuerzos son insuficientes, tanto en términos de velocidad como de escala.

Además, dos tercios de los países aún carecen de códigos de construcción obligatorios, la mayor parte del aumento del gasto en eficiencia energética proviene de un pequeño número de países europeos, una parte demasiado pequeña de la financiación se destina a modernizaciones energéticas profundas y hay una falta de objetivos ambiciosos de descarbonización en los planes climáticos nacionales.

PROPUESTAS DE FUTURO

El informe considera probable que la demanda de energía en el sector de la construcción y edificios se recupere a medida que se afianzan los esfuerzos de recuperación económica y se realicen las demandas acumuladas de nuevas construcciones.

Para lograr el objetivo de cero emisiones netas en 2050, las emisiones directas de la construcción deberían disminuir en un 50% en 2030 y las indirectas disminuir un 60% en las emisiones de generación de energía.

El informe recalca que aún existe la oportunidad de invertir en la descarbonización de los edificios. Así, los países deben aprovechar el potencial transformador del sector para lograr la transición energética y los gobiernos deben comprometerse a descarbonizar aún más la energía y el suministro de energía de calefacción y refrigeración, con objetivos de descarbonización de edificios en los planes nacionales climáticos.

Además, la tasa de crecimiento de la inversión en la eficiencia de los edificios debe duplicarse a más de un 3% anual y expandirse más allá de la aportación directa de los gobiernos a los inversores privados. Otra propuesta es que aumente el alcance y la cobertura de los códigos de energía de construcción, de manera que todos los países cuenten con códigos obligatorios de energía de construcción y estos aborden las normas de rendimiento para las envolventes de los edificios, el diseño, la calefacción, la refrigeración, los sistemas de ventilación y los electrodomésticos.

Más resiliencia de los edificios para para preparar los hogares y los espacios de trabajo para el futuro es otra sugerencia, pues un edificio típico construido hoy en día todavía estará en uso en 2070, pero el clima habrá cambiado significativamente.

Además, el sector público y el privado deben aprovechar las enormes oportunidades de inversión que ofrece este sector, por ejemplo, a través de bonos verdes o de bancos que aumentan la construcción de edificios ecológicos y la financiación hipotecaria.

(SERVIMEDIA)
19 Oct 2021
MGR/gja