En un comunicado, UPTA explicó que para los autónomos personas físicas el tipo impositivo del IRPF se fija anualmente en función de las rentas del trabajo y va desde el 19% para las ganancias de hasta 12.450 euros, hasta el 47% para más de 300.000 euros al año. En el caso de las sociedades, el tipo fijo al que tributan es del 25% “máximo”.

Según indicó UPTA, los autónomos pueden acogerse a deducciones fiscales por un coche, el local, el teléfono o los gastos de suministros, pero no al 100%, mientras que “en el caso de las sociedades el 100% de los costes son deducibles”.

La organización explicó que para el caso de los autónomos, los costes derivados del uso del automóvil como el combustible o los peajes “son muy difíciles de demostrar que provienen únicamente del desarrollo de la actividad”.

Por ejemplo, para deducir el 100% del IVA en la adquisición de un coche, el autónomo debe demostrar que es un profesional que se dedica exclusivamente a actividades vinculadas con el transporte, mientas que “una sociedad deduce el 100%” en un caso similar.

En los gastos de una comida sucede algo parecido, dado que para los autónomos, “Hacienda no contempla la factura del restaurante como prueba suficiente” y “por el contrario, las empresas sí deducen el 100% del importe presentando el recibo del establecimiento”.

En esta línea, el presidente de UPTA, Eduardo Abad, instó al Gobierno a que “desarrolle una profunda modificación fiscal que beneficiará a más de 1,9 millones de trabajadores por cuenta propia” para que sea “justo”.

“Es inadmisible que haya estas diferencias entre autónomos y empresas. Un Gobierno de izquierdas no puede mantener un sistema fiscal que únicamente está pensado para beneficiar a las sociedades”, se quejó.