Su queja la certifica con los últimos datos de financiación publicados por el Banco de España y que revelan que durante el primer semestre el crédito nuevo cayó un 32% interanual, hasta los 146.860 millones de euros, frente a los 215.172 millones a los que ascendía un año antes gracias a las líneas de avales del ICO.

Según Cepyme, se trata del nivel más bajo de operaciones desde que arrancaron las estadísticas en el 2010 y resulta un 11% inferior, incluso, al movilizado en el periodo comparable de 2019, cuando la pandemia no había aparecido.

Cepyme avisó de que esta situación de limitación en la financiación "dificultará" la recuperación de las empresas, "tanto a la parte del tejido empresarial más perjudicado por las restricciones y la caída de actividad, que son especialmente pymes de los sectores del pequeño comercio y ramas de actividad vinculadas al turismo, como a empresas con algo más de tamaño, que ven lastrada la inversión para estos meses de recuperación".

El descenso del flujo del crédito que aprecia tiene lugar "significativamente" a partir del tercer trimestre del año 2020 y tras la fuerte inyección realizada a través de los avales del ICO.

Al respecto recuerda además que, conforme la Encuesta de Préstamos Bancarios (EPB) del segundo trimestre del 2021, detrás de esta restricción "se encuentran un aumento de la aversión al riesgo por parte de las entidades financieras y un descenso en la demanda del crédito por parte de las empresas".

La situación se ha agravado por "la pérdida de fiabilidad de las previsiones empresariales en un entorno altamente volátil", influido por la no superación total del Covid-19 "y, principalmente, por el grave deterioro de los balances de las empresas en 2020, que registran importantes pérdidas", relató Cepyme, que justificó la peor situación en pymes "por el deterioro de sus balances y el mayor impacto de la incertidumbre en sus planes de negocios".