La hasta ahora presidenta del tribunal explicó que, si bien ella entiende que su “imparcialidad subjetiva permanece inalterada”, ha decidido apartarse del juicio “en aras de no causar perjuicio alguno al procedimiento, a las partes, a los acusados y a las víctimas”. “Sin duda alguien puede considerar afectada la imparcialidad objetiva de esta magistrada por aquella frase”, señaló Murillo tras hacer referencia a la jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo en materia de abstenciones.

Por lo tanto, el juicio por el asesinato del concejal de UPN en Leiza (Navarra) José Javier Múgica Astibia, que tuvo lugar el 14 de julio de 2001, deberá volver a repetirse desde el principio, con el turno de palabra de los cuatro acusados.

EXPRESIÓN “DESAFORTUNADA”

La jueza reconoció al inicio de la sesión de hoy que había pronunciado esa “expresión ciertamente desafortunada” pero aseguró que no iba dirigida contra los acusados ni contra ningún miembro de la sala. La magistrada hizo hincapié en el hecho de que la frase no llegó a ser oída en el interior de la sala de vista pero que, debido a un micrófono abierto, fue captada por los periodistas y “difundida por los medios de comunicación social”.

Por lo tanto, al poderse apreciar que su imparcialidad ha quedado “alterada”, la magistrada ha optado por retirarse del juicio a través de un auto dictado hoy por el tribunal. La decisión ha sido comunicada al presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez

La vista oral volverá a empezar mañana, viernes, con un nuevo tribunal que estará presidido por Carmen Paloma González Pastor y en el que en sustitución de Murillo entrará el magistrado José Ricardo de Prada.

INDIFERENCIA DE LOS ETARRAS

Murillo pronunció el “encima se ríen estos cabrones” ante la indiferencia de los etarras durante el emotivo relato realizado en la sesión de ayer, miércoles, por la Adoración Zubeldía, la viuda de Múgica Astibia. La mujer, entrecortada por el llanto, explicó ante los magistrados de la Audiencia Nacional que escuchó la explosión y que al salir de su casa vio como la furgoneta de su marido había sido proyectada contra un arbusto y estaba ardiendo.

La presidenta del tribunal pronunció la referida frase a sus compañeros de tribunal, pero la expresión pudo ser captada debido a un micrófono abierto.

El fiscal encargado del caso, Carlos Bautista, pide 48 años de cárcel para García Gaztelu y para los también etarras Juan Carlos Besance y Oscar Celarain por delitos de asesinato, estragos e integración en organización terrorista. Solicita, asimismo, 38 años de prisión para el terrorista Andoni Otegi al retirarle el delito de integración, por el que ya fue condenado en Francia.

El representante del Ministerio Público sostiene que fue “Txapote” quien ordenó a los miembros del “comando Argala” –Otegi, Celarain y Besance- acabar con la vida de Múgica Astibia.

Defiende igualmente que fueron Otegi y Celarain quienes colocaron una bomba-lapa con tres kilos de explosivos en los bajos del coche del concejal, que estaba aparcado en la calle Amazabal de Leiza, mientras Besance les esperaba en el vehículo en el que huyeron del lugar de los hechos.

Las explosión se produjo a las 9.45 horas del 14 de julio de 2001, cuando el político de UPN arrancó su vehículo. La deflagración provocó la muerte inmediata del concejal.