En una entrevista en TVE recogida por Servimedia, Montero señaló que el Gobierno “tiende la mano a todos los grupos parlamentarios que quieran debatir” sobre las nuevas cuentas públicas que el Consejo de Ministros aprobó la semana pasada y que ahora inician su tramitación parlamentaria. Mientras, criticó que PP, Vox y Ciudadanos “se autodescartan” de esta negociación.

Montero destacó que se abordarán las cuentas particularmente con PNV y ERC, que “son interlocutores prioritarios con los que tenemos que ver el contenido y recibir aportaciones”.

Preguntada sobre el interés de ERC en el traspaso del servicio de Cercanías al gobierno catalán, Montero respondió que este asunto no es objeto de negociación, aunque “siempre” que se produce el debate sobre los Presupuestos, “se incorporan muchos elementos que no están directamente relacionados” pero que “confluyen en la posibilidad de poder anticiparlo” y “de hacer realidad todo aquello que fue objeto del acuerdo de investidura”. La ministra incidió en que “yo hablo de los números” y “del cumplimiento del Estatuto de Autonomía”.

En cuanto al déficit público, Montero puso en valor que se va a reducir “a la mitad”, pasando del entorno del 10% del PIB en 2020, ante el impacto de la pandemia, al 5% que se prevé en 2022, y en la ratio de deuda pública “vamos a bajar cuatro escalones”.

Así, concluyó que “no es cierto que se incremente el déficit y la deuda” y reafirmó el “compromiso con Bruselas” de ir bajando estos indicadores. Apuntó que la reforma fiscal que se prepara se puede desplegar a lo largo de 2022 o en 2023.

Montero destacó que los datos muestran que el crecimiento económico es “sostenido” y es “sólido” y “se está traduciendo en mayores oportunidades para todos los ciudadanos”.

Por otra parte, al ser preguntada sobre el cambio de sedes de algunos organismos oficiales fuera de la Comunidad de Madrid que ha planteado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este fin de semana, la ministra comentó que “España es plural” y que se requiere que las instituciones superen “los límites" de la capital, pero eso “no tiene nada que ver con la posición del presidente sobre Madrid”. Argumentó que se trata de “llevar adelante una vocación del reconocimiento de todas las singularidades” en el territorio y negó que sean “un ataque contra nadie, todo lo contrario”.

Por último, sobre la situación fiscal del rey emérito, Montero prefirió “no especular” y “dejar trabajar a las instituciones independientes como son la Fiscalía y la Agencia Tributaria”. Insistió en que “para este Gobierno todos los ciudadanos son iguales y Juan Carlos de Borbón es un ciudadano, un contribuyente más que tiene que responder ante las cuestiones que se le puedan investigar, no pudiendo yo dar más información”.