Un total de 400 empresas californianas que producen, distribuyen, refinan o usan gas natural, carbón, petróleo o electricidad, y son responsables del 85% de las emisiones de gases de efecto invernadero en dicho Estado se verán afectadas por la medida.

El ejecutivo californiano prevé recaudar más de 42 millones de euros durante el primer año de vigencia del impuesto, que se invertirán en medidas encaminadas a lograr el objetivo de reducir un 25% las emisiones de CO2 en 2020, fijado por su gobernador, Arnold Schwarzenneger.